Cantar de Mio Çid
(Cantar de Mio Cid szócikkből átirányítva)
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Cantar de Mio Çid
szerkesztés- De los sos ojos tan fuertemientre llorando
- tornava la cabeça e estávalos catando,
- vio puertas abiertas e uços sin cañados,
- alcándaras vazías, sin pielles e sin mantos
- e sin falcones e sin adtores mudados.
- Sospiró mio Çid, ca mucho avié grandes cuidados,
- fabló mio Çid bien e tan mesurado,
- –Grado a ti, Señor, Padre que estás en alto,
- esto me an buelto mios enemigos malos.–
- Allí piensan de aguijar, allí sueltan las riendas,
- a la exida de Bivar ovieron la corneja diestra
- e entrando a Burgos oviéronla siniestra.
- Meçió mio Çid los ombros e engrameó la tiesta,
- –¡Albriçia, Álbar Fáñez, ca echados somos de tierra!–
- Mio Çid Ruy Díaz por Burgos entrava,
- en su conpaña sessaenta pendones, exiénlo ver mugieres e varones,
- burgeses e burgesas por las finiestras son,
- plorando de los ojos, tanto avién el dolor,
- de las sus bocas todos dizían una razón,
- –¡Dios, qué buen vassallo, si oviesse buen señor!–
- Conbidarle ien de grado, mas ninguno non osava,
- el rey don Alfonso tanto avié la grand saña,
- antes de la noche, en Burgos d’él entró su carta
- con grand recabdo e fuertemientre sellada,
- que a mio Çid Ruy Díaz que nadi nol’ diessen posada,
- e aquel que ge la diesse sopiesse vera palabra,
- que perderié los averes e más los ojos de la cara,
- e aun demás los cuerpos e las almas.
- Grande duelo avién las yentes cristianas,
- ascóndense de mio Çid, ca no l’osan dezir nada.
- El Campeador adeliñó a su posada,
- assí commo llegó a la puerta, fallóla bien çerrada,
- por miedo del rey Alfonso, que assí lo avién parado,
- que si non la quebrantás por fuerça, que non ge la abriesse nadi.
- Los de mio Çid a altas vozes llaman,
- los de dentro non les querién tornar palabra.
- Aguijó mio Çid, a la puerta se llegava,
- sacó el pie del estribera, una ferídal’ dava,
- non se abre la puerta, ca bien era çerrada.
- Una niña de nuef años a ojo se parava,
- –Ya Campeador, en buen ora çinxiestes espada,
- el rey lo ha vedado, anoch d’él entró su carta
- con grant recabdo e fuertemientre sellada.
- Non vos osariemos abrir nin coger por nada,
- si non, perderiemos los averes e las casas
- e demás los ojos de las caras.
- Çid, en el nuestro mal vós non ganades nada,
- mas el Criador vos vala con todas sus vertudes santas.–
- Esto la niña dixo e tornós’ pora su casa.
- Ya lo vee el Çid, que del rey non avié graçia,
- partiós’ de la puerta, por Burgos aguijava,
- llegó a Santa María, luego descavalga,
- fincó los inojos, de coraçón rogava.
- La oraçión fecha, luego cavalgava,
- salió por la puerta e en Arlançón posava,
- cabo essa villa en la glera posava,
- fincava la tienda e luego descavalgava.
- Mio Çid Ruy Díaz, el que en buen ora çinxo espada,
- posó en la glera quando nol’ coge nadi en casa,
- derredor d’él una buena conpaña,
- assí posó mio Çid commo si fuesse en montaña.
- Vedada l’an conpra dentro en Burgos la casa
- de todas cosas quantas son de vianda,
- non le osarién vender al menos dinarada.
- Martín Antolínez, el burgalés conplido,
- a mio Çid e a los suyos abástales de pan e de vino,
- non lo conpra, ca él se lo avié consigo,
- de todo conducho bien los ovo bastidos.
- Pagós’ mio Çid el Campeador e todos los otros que van a so çerviçio.
- Fabló Martín Antolínez, odredes lo que á dicho,
- –Ya Canpeador, en buen ora fuestes naçido,
- esta noch yagamos e váimosnos al matino,
- ca acusado seré de lo que vos he servido,
- en ira del rey Alfonso yo seré metido.
- Si convusco escapo sano o bivo,
- aun çerca o tarde el rey quererme ha por amigo,
- si non, quanto dexo no lo preçio un figo.
- Fabló mio Çid, el que en buen ora çinxo espada,
- –Martín Antolínez, sodes ardida lança,
- si yo bivo, doblarvos he la soldada.
- Espeso é el oro e toda la plata,
- bien lo vedes que yo non trayo aver
- e huebos me serié pora toda mi compaña.
- Ferlo he amidos, de grado non avrié nada,
- con vuestro consejo bastir quiero dos arcas,
- inchámoslas d’arena, ca bien serán pesadas,
- cubiertas de guadalmeçí e bien enclaveadas,
- los guadameçís vermejos e los clavos bien dorados.
- Por Raquel e Vidas vayádesme privado,
- quando en Burgos me vedaron compra e el rey me á airado,
- non puedo traer el aver, ca mucho es pesado,
- enpeñárgelo he por lo que fuere guisado,
- de noche lo lieven, que non lo vean cristianos.
- Véalo el Criador con todos los sos santos,
- yo más non puedo e amidos lo fago.–
- Martín Antolínez non lo detardava,
- por Raquel e Vidas apriessa demandava,
- passó por Burgos, al castiello entrava,
- por Raquel e Vidas apriessa demandava.
- Raquel e Vidas en uno estavan amos,
- en cuenta de sus averes, de los que avién ganados.
- Llegó Martín Antolínez a guisa de menbrado,
- –¿Ó sodes, Raquel e Vidas, los mios amigos caros?,
- en poridad fablar querría con amos.–
- Non lo detardan, todos tres se apartaron,
- –Raquel e Vidas, amos me dat las manos,
- que non me descubrades a moros nin a cristianos,
- por siempre vos faré ricos, que non seades menguados.
- El Campeador por las parias fue entrado,
- grandes averes priso e mucho sobejanos,
- retovo d’ellos quanto que fue algo,
- por én vino a aquesto por que fue acusado.
- Tiene dos arcas llenas de oro esmerado,
- ya lo vedes, que el rey le á airado,
- dexado ha heredades e casas e palaçios,
- aquéllas non las puede levar, si non, serién ventadas,
- el Campeador dexarlas ha en vuestra mano,
- e prestalde de aver lo que sea guisado.
- Prended las arcas e metedlas en vuestro salvo,
- con grand jura meted í las fes amos
- que non las catedes en todo aqueste año.–
- Raquel e Vidas seyénse consejando,
- –Nós huebos avemos en todo de ganar algo,
- bien lo sabemos que él algo gañó
- quando a tierra de moros entró, que grant aver sacó,
- non duerme sin sospecha qui aver trae monedado.
- Estas arcas prendámoslas amas,
- en logar las metamos que non sean ventadas.–
- –Mas dezidnos del Çid, ¿de qué será pagado
- o qué ganançia nos dará por todo aqueste año?–
- Respuso Martín Antolínez a guisa de menbrado,
- –Mio Çid querrá lo que sea aguisado,
- pedirvos á poco por dexar so aver en salvo,
- acógensele omnes de todas partes menguados,
- á menester seisçientos marcos.–
- Dixo Raquel e Vidas, –Dárgelos hemos de grado.–
- –Ya vedes que entra la noch, el Çid es pressurado,
- huebos avemos que nos dedes los marcos.–
- Dixo Raquel e Vidas, –Non se faze assí el mercado,
- sinon primero prendiendo e después dando.–
- Dixo Martín Antolínez, –Yo d’esso me pago,
- amos tred al Campeador contado
- e nós vos ajudaremos, que assí es aguisado,
- por aduzir las arcas e meterlas en vuestro salvo,
- que non lo sepan moros nin cristianos.–
- Dixo Raquel e Vidas, –Nós d’esto nos pagamos,
- las arcas aduchas, prendet seyesçientos marcos.–
- Martín Antolínez cavalgó privado
- con Raquel e Vidas de voluntad e de grado,
- non viene a la puent, ca por el agua á passado,
- que ge lo non ventassen de Burgos omne nado.
- Afévoslos a la tienda del Campeador contado,
- assí commo entraron, al Çid besáronle las manos.
- Sonrisós’ mio Çid, estávalos fablando,
- –Ya don Raquel e Vidas, avédesme olbidado,
- ya me exco de tierra, ca del rey só airado,
- a lo quem’ semeja, de lo mio avredes algo,
- mientra que vivades non seredes menguados.–
- Don Raquel e Vidas a mio Çid besáronle las manos.
- Martín Antolínez el pleito á parado,
- que sobre aquellas arcas darle ien seisçientos marcos
- e bien ge las guardarién fasta cabo del año,
- ca assíl’ dieran la fe e ge lo avién jurado,
- que si antes las catassen, que fuessen perjurados,
- non les diesse mio Çid de la ganançia un dinero malo.
- Dixo Martín Antolínez, –Carguen las arcas privado,
- levaldas, Raquel e Vidas, ponedlas en vuestro salvo,
- yo iré convusco, que adugamos los marcos,
- ca a mover á mio Çid ante que cante el gallo.–
- Al cargar de las arcas veriedes gozo tanto,
- non las podién poner en somo maguer eran esforçados,
- grádanse Raquel e Vidas con averes monedados,
- ca mientra que visquiessen refechos eran amos.
- Raquel a mio Çid la mánol’ ba besar,
- –Ya Canpeador, en buen ora çinxiestes espada,
- de Castiella vos ides pora las yentes estrañas,
- assí es vuestra ventura, grandes son vuestras ganançias,
- una piel vermeja, morisca e ondrada,
- Çid, beso vuestra mano, en don que la yo aya.–
- –Plazme –dixo el Çid–, d’aquí sea mandada,
- si vos la aduxier d’allá, si non, contalda sobre las arcas.–
- En medio del palaçio tendieron un almoçalla,
- sobr’ella una sávana de rançal e muy blanca.
- A tod el primer colpe, trezientos marcos de plata echaron,
- notólos don Martino, sin peso los tomava,
- los otros trezientos en oro ge los pagavan.
- Çinco escuderos tiene don Martino, a todos los cargava,
- quando esto ovo fecho, odredes lo que fablava,
- –Ya don Raquel e Vidas, en vuestras manos son las arcas,
- yo que esto vos gané bien merecía calças.–
- Entre Raquel e Vidas aparte ixieron amos,
- –Démosle buen don, ca él nos lo ha buscado.–
- –Martín Antolínez, un burgalés contado,
- vós lo mereçedes, darvos queremos buen dado
- de que fagades calças e rica piel e buen manto,
- dámosvos en don a vós treinta marcos.
- Merecérnoslos hedes, ca esto es aguisado,
- atorgarnos hedes esto que avemos parado.–
- Gradeçiólo don Martino e reçibió los marcos,
- gradó exir de la posada e espidiós’ de amos.
- Exido es de Burgos e Arlançón á passado,
- vino pora la tienda del que en buen ora nasco.
- Reçibiólo el Çid, abiertos amos los braços,
- –Venides, Martín Antolínez, el mio fiel vassallo,
- aún vea el día que de mí ayades algo.–
- –Vengo, Campeador, con todo buen recabdo,
- vós seisçientos e yo treinta he ganados.
- Mandad coger la tienda e vayamos privado,
- en San Pero de Cardeña í nos cante el gallo,
- veremos vuestra mugier, menbrada fijadalgo,
- mesuraremos la posada e quitaremos el reinado,
- mucho es huebos, ca çerca viene el plazo.–
- Estas palabras dichas, la tienda es cogida,
- mio Çid e sus conpañas cavalgan tan aína,
- la cara del cavallo tornó a Santa María,
- alçó su mano diestra, la cara se santigua,
- –A ti lo gradesco, Dios, que çielo e tierra guías,
- válanme tus vertudes, gloriosa Santa María.
- D’aquí quito Castiella, pues que el rey he en ira,
- non sé si entraré í más en todos los mios días.
- Vuestra vertud me vala, Gloriosa, en mi exida e me ajude
- e me acorra de noch e de día.
- Si vós assí lo fiziéredes e la ventura me fuere complida,
- mando al vuestro altar buenas donas e ricas,
- esto é yo en debdo, que faga í cantar mill missas.–
- Spidiós’ el caboso de cuer e de veluntad.
- Sueltan las riendas e piensan de aguijar,
- dixo Martín Antolínez, –Veré a la mugier a todo mio solaz,
- castigarlos he cómmo abrán a far.
- Si el rey me lo quisiere tomar, a mí non m’incal,
- antes seré convusco que el sol quiera rayar.–
- Tornávas’ Martín Antolínez a Burgos e mio Çid a aguijar,
- pora San Pero de Cardeña, quanto pudo a espolear,
- con estos cavalleros quel’ sirven a so sabor.
- Apriessa cantan los gallos e quieren quebrar albores
- quando llegó a San Pero el buen Campeador.
- El abbat don Sancho, cristiano del Criador,
- rezava los matines abuelta de los albores,
- í estava doña Ximena con çinco dueñas de pro,
- rogando a San Pero e al Criador,
- –Tú que a todos guías, val a mio Çid el Canpeador.–
- Llamavan a la puerta, í sopieron el mandado,
- ¡Dios, qué alegre fue el abbat don Sancho!
- Con lunbres e con candelas al corral dieron salto,
- con tan grant gozo reçiben al que en buen ora nasco.
- –Gradéscolo a Dios, mio Çid, –dixo el abbat don Sancho–
- pues que aquí vos veo, prendet de mí ospedado.–
- Dixo el Çid, –Graçias, don abbat, e só vuestro pagado,
- yo adobaré conducho pora mí e pora mis vassallos,
- mas porque me vo de tierra, dóvos çinquaenta marcos.
- Si yo algún día visquier, servos han doblados,
- non quiero fazer en el monesterio un dinero de daño.
- Evades aquí, pora doña Ximena dóvos çiento marcos,
- a ella e a sus fijas e a sus dueñas sirvádeslas est año.
- Dues fijas dexo niñas e prendetlas en los braços,
- aquéllas vos acomiendo a vós, abbat don Sancho,
- d’ellas e de mi mugier fagades todo recabdo.
- Si essa despensa vos falleçiere o vos menguare algo,
- bien las abastad, yo assí vos lo mando,
- por un marco que despendades, al monesterio daré yo quatro.–
- Otorgado ge lo avié el abbat de grado.
- Afevos doña Ximena con sus fijas dó va llegando,
- señas dueñas las traen e adúzenlas adelant.
- Ant’el Campeador doña Ximena fincó los inojos amos,
- llorava de los ojos, quísol’ besar las manos,
- –Merçed, Canpeador, en ora buena fuestes nado,
- por malos mestureros de tierra sodes echado.
- Merçed, ya Çid, barba tan complida,
- fem’ ante vós, yo e vuestras fijas, ifantes son e de días chicas,
- con aquestas mis dueñas, de quien só yo servida.
- Yo lo veo, que estades vós en ida,
- e nós de vós partirnos hemos en vida,
- ¡Dandnos consejo, por amor de Santa María!–
- Enclinó las manos la barba vellida,
- a las sus fijas en braço las prendía,
- llególas al coraçón, ca mucho las quería,
- llora de los ojos, tan fuertemientre sospira,
- –Ya doña Ximena, la mi mugier tan complida,
- commo a la mi alma yo tanto vos quería.
- Ya lo vedes, que partirnos emos en vida,
- yo iré e vós fincaredes remanida.
- Plega a Dios e a Santa María, que aún con mis manos case estas mis fijas,
- o que dé ventura e algunos días vida,
- e vós, mugier ondrada, de mí seades servida.–
- Grand jantar le fazen al buen Canpeador,
- tañen las campanas en San Pero a clamor.
- Por Castiella oyendo van los pregones,
- cómmo se va de tierra mio Çid el Canpeador,
- unos dexan casas e otros onores.
- En aqués día a la puent de Arlançón,
- çiento quinze cavalleros todos juntados son,
- todos demandan por mio Çid el Canpeador.
- Martín Antolínez con ellos’ cojó,
- vanse pora San Pero, do está el que en buen punto naçió.
- Quando lo sopo mio Çid el de Bivar,
- quel’ creçe conpaña, por que más valdrá,
- apriessa cavalga, reçebirlos salié,
- tornós’ a sonrisar, lléganle todos, la mánol’ ban besar.
- Fabló mio Çid de toda voluntad,
- –Yo ruego a Dios e al Padre spirital,
- vós que por mí dexades casas e heredades,
- enantes que yo muera, algún bien vos pueda far,
- lo que perdedes, doblado vos lo cobrar.–
- Plogo a mio Çid porque creçió en la jantar,
- plogo a los otros omnes, todos quantos con él están.
- Los seis días de plazo passados los an,
- tres an por troçir, sepades que non más.
- Mandó el rey a mio Çid a aguardar,
- que si después del plazo en su tiérral’ pudiés tomar,
- por oro nin por plata non podrié escapar.
- El día es exido e la noch querié entrar,
- a sos cavalleros mandólos todos juntar,
- –Oíd, varones, non vos caya en pesar,
- poco aver trayo, darvos quiero vuestra part.
- Sed menbrados cómmo lo devedes far,
- a la mañana, quando los gallos cantarán,
- non vos tardedes, mandedes ensellar,
- en San Pero a matines tandrá el buen abbat,
- la missa nos dirá, ésta será de Santa Trinidad,
- la missa dicha, pensemos de cavalgar,
- ca el plazo viene açerca, mucho avemos de andar.–
- Cuemo lo mandó mio Çid, assí lo an todos a far.
- Passando va la noch, viniendo la man,
- a los mediados gallos piessan de cavalgar.
- Tañen a matines a una priessa tan grand,
- mio Çid e su mugier a la eglesia van,
- echós’ doña Ximena en los grados delant’el altar,
- rogando al Criador, quanto ella mejor sabe,
- que a mio Çid el Campeador que Dios le curiás de mal,
- –Ya Señor glorioso, Padre que en çielo estás,
- fezist çielo e tierra, el terçero el mar,
- fezist estrellas e luna, e el sol pora escalentar,
- prisist encarnaçión en Santa María madre,
- en Beleem apareçist, commo fue tu veluntad,
- pastores te glorificaron, oviéronte a laudare,
- tres reyes de Arabia te vinieron adorar,
- Melchior e Gaspar e Baltasar, oro e tus e mirra
- te ofreçieron, commo fue tu veluntad.
- Salvest a Jonás quando cayó en la mar,
- salvest a Daniel con los leones en la mala cárçel,
- salvest dentro en Roma al señor San Sabastián,
- salvest a Santa Susaña del falso criminal,
- por tierra andidiste treinta e dos años, Señor spirital,
- mostrando los miráclos, por én avemos qué fablar,
- del agua fezist vino e de la piedra pan,
- resuçitest a Lázaro, ca fue tu voluntad,
- a los judíos te dexeste prender, do dizen monte Calvarie
- pusiéronte en cruz, por nombre en Golgotá,
- dos ladrones contigo, éstos de señas partes,
- el uno es en paraíso, ca el otro non entró allá,
- estando en la cruz vertud fezist muy grant,
- Longinos era çiego, que nunquas vio alguandre,
- diot’ con la lança en el costado, dont ixió la sangre,
- corrió la sangre por el astil ayuso, las manos se ovo de untar,
- alçólas arriba, llególas a la faz,
- abrió sos ojos, cató a todas partes,
- en ti crovo al ora, por end es salvo de mal.
- En el monumento resuçitest e fust a los infiernos,
- commo fue tu voluntad,
- quebranteste las puertas e saqueste los padres santos.
- Tú eres rey de los reyes e de tod el mundo padre,
- a ti adoro e creo de toda voluntad,
- e ruego a San Peidro que me ajude a rogar
- por mio Çid el Campeador, que Dios le curie de mal,
- quando oy nos partimos, en vida nos faz juntar.–
- La oraçión fecha, la missa acabada la an,
- salieron de la eglesia, ya quieren cavalgar.
- El Çid a doña Ximena ívala abraçar,
- doña Ximena al Çid la mánol’ va besar,
- llorando de los ojos, que non sabe qué se far,
- e él a las niñas tornólas a catar,
- –A Dios vos acomiendo, fijas, e a la mugier e al Padre spirital,
- agora nos partimos, Dios sabe el ajuntar.–
- Llorando de los ojos, que non viestes atal,
- assís’ parten unos d’otros commo la uña de la carne.
- Mio Çid con los sos vassallos pensó de cavalgar,
- a todos esperando, la cabeça tornando va,
- a tan grand sabor fabló Minaya Álbar Fáñez,
- –Çid, ¿dó son vuestros esfuerços?, en buen ora nasquiestes de madre,
- pensemos de ir nuestra vía, esto sea de vagar.
- Aun todos estos duelos en gozo se tornarán,
- Dios que nos dio las almas consejo nos dará.–
- Al abbat don Sancho tornan de castigar,
- cómmo sirva a doña Ximena e a las fijas que ha,
- e a todas sus dueñas que con ellas están,
- bien sepa el abbat que buen galardón d’ello prendrá.
- Tornado es don Sancho e fabló Álbar Fáñez,
- –Si viéredes yentes venir por connusco ir,
- abbat, dezildes que prendan el rastro e piessen de andar,
- ca en yermo o en poblado podernos han alcançar.–
- Soltaron las riendas, piessan de andar,
- çerca viene el plazo por el reino quitar.
- Vino mio Çid jazer a Spinaz de Can,
- otro día mañana piensa de cavalgar.
- Grandes yentes se le acojen essa noch de todas partes,
- ixiéndos’ va de tierra el Campeador leal,
- de siniestro Sant Estevan, una buena çipdad,
- de diestro Alilón las torres, que moros las han,
- passó par Alcobiella, que de Castiella fin es ya,
- la calçada de Quinea ívala traspassar,
- sobre Navas de Palos el Duero va passar,
- a la Figueruela mio Çid iva posar,
- vánsele acogiendo yentes de todas partes.
- Í se echava mio Çid después que fue çenado,
- un suéñol’ priso dulçe, tan bien se adurmió,
- el ángel Gabriel a él vino en sueño,
- –Cavalgad, Çid, el buen Campeador,
- ca nunqua en tan buen punto cavalgó varón,
- mientra que visquiéredes, bien se fará lo to.–
- Quando despertó el Çid, la cara se santigó,
- sinava la cara, a Dios se acomendó,
- mucho era pagado del sueño que á soñado.
- Otro día mañana piensan de cavalgar,
- és día á de plazo, sepades que non más,
- a la sierra de Miedes ellos ivan posar.
- Aún era de día, non era puesto el sol,
- mandó ver sus yentes mio Çid el Campeador,
- sin las peonadas e omnes valientes que son,
- notó trezientas lanças, que todas tienen pendones.
- –Temprano dat çevada, sí el Criador vos salve,
- el qui quisiere comer, e qui no, cavalgue.
- Passaremos la sierra, que fiera es e grand,
- la tierra del rey Alfonso esta noch la podemos quitar,
- después, qui nos buscare fallarnos podrá.–
- De noch passan la sierra, vinida es la man
- e por la loma ayuso piensan de andar.
- En medio d’una montaña maravillosa e grand
- fizo mio Çid posar e çevada dar,
- díxoles a todos cómmo querié trasnochar,
- vassallos tan buenos por coraçón lo an,
- mandado de so señor todo lo han a far.
- Ante que anochesca piensan de cavalgar,
- por tal lo faze mio Çid que no lo ventasse nadi,
- andidieron de noch, que vagar non se dan.
- O dizen Castejón, el que es sobre Fenares,
- mio Çid se echó en çelada con aquellos que él trae.
- Toda la noche jaze en çelada el que en buen ora nasco,
- commo los consejava Minaya Álbar Fáñez,
- –Ya Çid, en buen ora çinxiestes espada,
- vós con çiento de aquesta nuestra conpaña,
- pues que a Castejón sacaremos a çelada.–
- –Vós con los dozientos idvos en algara, allá vaya Álbar Álbarez
- e Álbar Salvadórez sin falla e Galín García, una fardida lança,
- cavalleros buenos que aconpañen a Minaya,
- a osadas corred, que por miedo non dexedes nada,
- Fita ayuso e por Guadalfajara, fata Alcalá lleguen las algaras,
- e bien acojan todas las ganançias,
- que por miedo de los moros non dexen nada,
- e yo con los çiento aquí fincaré en la çaga,
- terné yo Castejón, don abremos grand enpara.
- Si cueta vos fuere alguna al algara,
- fazedme mandado muy privado a la çaga,
- d’aqueste acorro fablará toda España.–
- Nonbrados son los que irán en el algara
- e los que con mio Çid ficarán en la çaga.
- Ya quiebran los albores e vinié la mañana,
- ixié el sol, ¡Dios, qué fermoso apuntava!
- En Castejón todos se levantavan,
- abren las puertas, de fuera salto davan,
- por ver sus lavores e todas sus heredades.
- Todos son exidos, las puertas dexadas an abiertas,
- con pocas de gentes que en Castejón fincaron,
- las yentes de fuera todas son derramadas.
- El Campeador salió de la çelada, corrié a Castejón sin falla,
- moros e moras aviénlos de ganançia
- e essos gañados quantos en derredor andan.
- Mio Çid don Rodrigo a la puerta adeliñava,
- los que la tienen, quando vieron la rebata,
- ovieron miedo e fue desenparada.
- Mio Çid Ruy Díaz por las puertas entrava,
- en mano trae desnuda el espada,
- quinze moros matava de los que alcançava,
- gañó a Castejón e el oro e la plata.
- Sos cavalleros llegan con la ganançia,
- déxanla a mio Çid, todo esto non preçian nada.
- Afevos los dozientos e tres en el algara,
- e sin dubda corren, fasta Alcalá llegó la seña de Minaya
- e desí arriba tórnanse con la ganançia,
- Fenares arriba e por Guadalfajara.
- Tanto traen las grandes ganançias, muchos gañados
- de ovejas e de vacas e de ropas e de otras riquizas largas.
- Derecha viene la seña de Minaya,
- non osa ninguno dar salto a la çaga.
- Con aqueste aver tórnanse essa conpaña,
- felos en Castejón, o el Campeador estava,
- el castiello dexó en so poder, el Campeador cavalga,
- saliólos reçebir con esta su mesnada,
- los braços abiertos, reçibe a Minaya,
- –Venides, Álbar Fáñez, una fardida lança,
- do yo vos enbiás, bien abría tal esperança,
- esso con esto sea ajuntado,
- dóvos la quinta, si la quisiéredes, Minaya.–
- –Mucho vos lo gradesco, Campeador contado,
- d’aquesta quinta que me avedes mandado,
- pagarse ía d’ella Alfonso el castellano.
- Yo vos la suelto e avello quitado,
- a Dios lo prometo, a aquel que está en alto,
- fata que yo me pague sobre mio buen cavallo
- lidiando con moros en el campo,
- que enpleye la lança e al espada meta mano
- e por el cobdo ayuso la sangre destellando
- ante Ruy Díaz, el lidiador contado,
- non prendré de vós quanto vale un dinero malo,
- pues que por mí ganaredes quesquier que sea d’algo,
- todo lo otro afelo en vuestra mano.–
- Estas ganançias allí eran juntadas.
- Comidiós’ mio Çid, el que en buen ora fue nado,
- al rey Alfonso, que llegarién sus compañas,
- quel’ buscarié mal con todas sus mesnadas.
- Mandó partir tod aqueste aver,
- sos quiñoneros que ge los diessen por carta.
- Sos cavalleros í an arribança,
- a cada uno d’ellos caen çiento marcos de plata
- e a los peones la meatad sin falla,
- toda la quinta a mio Çid fincava.
- Aquí non lo pueden vender nin dar en presentaja,
- nin cativos nin cativas non quiso traer en su conpaña.
- Fabló con los de Castejón e envió a Fita e a Guadalfajara,
- esta quinta por quánto serié conprada,
- aun de lo que diessen oviessen grand ganançia.
- Asmaron los moros tres mill marcos de plata,
- plogo a mio Çid d’aquesta presentaja,
- a terçer día, dados fueron sin falla.
- Asmó mio Çid con toda su conpaña
- que en el castiello non í avrié morada,
- e que serié retenedor, mas non í avrié agua.
- –Moros en paz, ca escripta es la carta,
- buscarnos ie el rey Alfonso con toda su mesnada,
- quitar quiero Castejón, oíd, escuelas e Minaya,
- lo que yo dixier non lo tengades a mal,
- en Castejón non podriemos fincar,
- çerca es el rey Alfonso e buscarnos verná,
- mas el castiello non lo quiero hermar,
- çiento moros e çiento moras quiérolas quitar,
- porque lo pris d’ellos, que de mí non digan mal.
- Todos sodes pagados e ninguno por pagar,
- cras a la mañana pensemos de cavalgar,
- con Alfonso mio señor non querría lidiar.–
- Lo que dixo el Çid a todos los otros plaz.
- Del castiello que prisieron todos ricos se parten,
- los moros e las moras bendiziéndol’ están.
- Vanse Fenares arriba quanto pueden andar,
- troçen las Alcarrias e ivan adelant,
- por las cuevas d’Anquita ellos passando van.
- Passaron las aguas, entraron al campo de Torançio,
- por essas tierras ayuso quanto pueden andar,
- entre Fariza e Çetina mio Çid iva albergar,
- grandes son las ganançias que priso por la tierra do va.
- Non lo saben los moros el ardiment que an.
- Otro día moviós’ mio Çid el de Bivar,
- e passó a Alfama, la foz ayuso va,
- passó a Bovierca e a Teca que es adelant
- e sobre Alcoçer mio Çid iva posar,
- en un otero redondo, fuerte e grand,
- açerca corre Salón, agua nol’ puedent vedar.
- Mio Çid don Rodrigo Alcoçer cueda ganar.
- Bien puebla el otero, firme prende las posadas,
- los unos contra la sierra e los otros contra la agua.
- El buen Canpeador, que en buen ora nasco,
- derredor del otero, bien çerca del agua,
- a todos sos varones mandó fazer una cárcava,
- que de día nin de noch non les diessen arrebata,
- que sopiessen que mio Çid allí avié fincança.
- Por todas essas tierras ivan los mandados,
- que el Campeador mio Çid allí avié poblado,
- venido es a moros, exido es de cristianos,
- en la su vezindad non se treven ganar tanto.
- Aguardándose va mio Çid con todos sus vassallos,
- el castiello de Alcoçer en paria va entrando.
- Los de Alcoçer a mio Çid yal’ dan parias de grado,
- e los de Teca e los de Teruel la casa.
- A los de Calataúth, sabet, mal les pesava.
- Allí yogo mio Çid complidas quinze semanas.
- Quando vio mio Çid que Alcoçer non se le dava,
- él fizo un art e non lo detardava,
- dexa una tienda fita e las otras levava,
- cojós’ Salón ayuso, la su seña alçada,
- las lorigas vestidas e çintas las espadas
- a guisa de menbrado, por sacarlos a çelada.
- Veyénlo los de Alcoçer, ¡Dios, cómmo se alabavan!
- –Fallido á a mio Çid el pan e la çevada,
- las otras abés lieva, una tienda á dexada,
- de guisa va mio Çid commo si escapasse de arrancada.
- Demos salto a él e feremos grant ganançia,
- antes quel’ prendan los de Teruel, si non, non nos darán dent nada,
- la paria qu’él á presa tornárnosla ha doblada.–
- Salieron de Alcoçer a una priessa much estraña,
- mio Çid, quando los vio fuera, cogiós’ commo de arrancada,
- cojós’ Salón ayuso, con los sos abuelta anda.
- Dizen los de Alcoçer, –¡Ya se nos va la ganançia!–
- Los grandes e los chicos fuera salto dan,
- al sabor del prender, de lo ál non piensan nada,
- abiertas dexan las puertas, que ninguno non las guarda.
- El buen Campeador la su cara tornava,
- vio que entr’ellos e el castiello mucho avié grand plaça,
- mandó tornar la seña, apriessa espoloneavan,
- –¡Firidlos, cavalleros, todos sines dubdança,
- con la merçed del Criador, nuestra es la ganançia!–
- Bueltos son con ellos por medio de la llana,
- ¡Dios, qué bueno es el gozo por aquesta mañana!
- Mio Çid e Álbar Fáñez adelant aguijavan,
- tienen buenos cavallos, sabet, a su guisa les andan,
- entr’ellos e el castiello en essora entravan.
- Los vassallos de mio Çid sin piedad les davan,
- en un ora e un poco de logar trezientos moros matan.
- Dando grandes alaridos los que están en la çelada,
- dexando van los delant, por el castiello se tornavan,
- las espadas desnudas, a la puerta se paravan,
- luego llegavan los sos, ca fecha es el arrancada.
- Mio Çid gañó a Alcoçer, sabent, por esta maña.
- Vino Pero Vermúez, que la seña tiene en mano,
- metióla en somo, en todo lo más alto.
- Fabló mio Çid Ruy Díaz, el que en buen ora fue nado,
- –¡Grado a Dios del çielo e a todos los sos santos,
- ya mejoraremos posadas a dueños e a cavallos!
- Oíd a mí, Álbar Fáñez e todos los cavalleros,
- en este castiello grand aver avemos preso,
- los moros yazen muertos, de bivos pocos veo,
- los moros e las moras vender non los podremos,
- que los descabeçemos nada non ganaremos,
- cojámoslos de dentro, ca el señorío tenemos,
- posaremos en sus casas e d’ellos nos serviremos.–
- Mio Çid con esta ganançia en Alcoçer está,
- fizo enbiar por la tienda que dexara allá.
- Mucho pesa a los de Teca e a los de Teruel non plaze,
- e a los de Calatayuth non plaze.
- Al rey de Valençia enbiaron con mensaje,
- que a uno que dizién mio Çid Ruy Díaz de Bivar
- airólo el rey Alfonso, de tierra echado lo ha,
- vino posar sobre Alcoçer en un tan fuerte logar,
- sacólos a çelada, el castiello ganado á.
- –Si non das consejo, a Teca e a Teruel perderás,
- perderás Calatayuth, que non puede escapar,
- ribera de Salón toda irá a mal,
- assí ferá lo de Siloca, que es del otra part.–
- Quando lo oyó el rey Tamín por cuer le pesó mal,
- –Tres Reyes veo de moros derredor de mí estar,
- non lo detardedes, los dos id pora allá,
- tres mill moros levedes con armas de lidiar,
- con los de la frontera, que vos ajudarán,
- prendétmelo a vida, aduzídmelo deland,
- por que se me entró en mi tierra, derecho me avrá a dar.–
- Tres mill moros cavalgan e piensan de andar,
- ellos vinieron a la noch en Sogorve posar.
- Otro día mañana piensan de cavalgar,
- vinieron a la noch a Çelfa posar,
- por los de la frontera piensan de enviar,
- non lo detienen, vienen de todas partes.
- Ixieron de Çelfa, la que dizen de Canal,
- andidieron todo’l día, que vagar non se dan,
- vinieron essa noche en Calatayuth posar.
- Por todas essas tierras los pregones dan,
- gentes se ajuntaron sobejanas de grandes,
- con aquestos dos reyes que dizen Fáriz e Galve,
- al bueno de mio Çid en Alcoçer le van çercar.
- Fincaron las tiendas e préndend las posadas,
- creçen estos virtos, ca yentes son sobejanas,
- las arrobdas que los moros sacan
- de día e de noch enbueltos andan en armas,
- muchas son las arrobdas e grande es el almofalla.
- A los de mio Çid ya les tuellen el agua,
- mesnadas de mio Çid exir querién a la batalla,
- el que en buen ora nasco firme ge lo vedava,
- toviérongela en çerca complidas tres semanas.
- A cabo de tres semanas, la quarta querié entrar,
- mio Çid con los sos tornós’ a acordar,
- –El agua nos an vedada, exirnos ha el pan,
- que nos queramos ir de noch no nos lo consintrán,
- grandes son los poderes por con ellos lidiar,
- dezidme, cavalleros, cómmo vos plaze de far.–
- Primero fabló Minaya, un cavallero de prestar,
- –De Castiella la gentil exidos somos acá,
- si con moros non lidiáremos no nos darán del pan.
- Bien somos nós seisçientos, algunos ay de más,
- en el nonbre del Criador, que non passe por ál,
- vayámoslos ferir en aquel día de cras.–
- Dixo el Campeador, –A mi guisa fablastes,
- ondrástesvos, Minaya, ca avérvoslo iedes de far.–
- Todos los moros e las moras de fuera los manda echar,
- que non sopiesse ninguno esta su poridad,
- el día e la noche piénsanse de adobar.
- Otro día mañana el sol querié apuntar,
- armado es mio Çid con quantos que él ha,
- fablava mio Çid commo odredes contar,
- –Todos iscamos fuera, que nadi non raste,
- sinon dos peones solos por la puerta guardar,
- si nós muriéremos en campo, en castiello nos entrarán,
- si vençiéremos la batalla, creçremos en rictad,
- e vós, Pero Vermúez, la mi seña tomad,
- commo sodes muy bueno, tener la edes sin art,
- mas non aguijedes con ella si yo non vos lo mandar.–
- Al Çid besó la mano, la seña va tomar,
- abrieron las puertas, fuera un salto dan,
- viéronlo las arrobdas de los moros, al almofalla se van tornar.
- ¡Qué priessa va en los moros! e tornáronse a armar,
- ante roído de atamores la tierra querié quebrar,
- veriedes armarse moros, apriessa entrar en az.
- De parte de los moros dos señas ha cabdales
- e fizieron dos azes de peones mezclados, ¿quí los podrié contar?
- Las azes de los moros yas’ mueven adelant
- pora mio Çid e a los sos a manos los tomar.
- –Quedas sed, mesnadas, aquí en este logar,
- non derranche ninguno fata que yo lo mande.–
- Aquel Pero Vermúez non lo pudo endurar,
- la seña tiene en mano, conpeçó de espolonar,
- –El Criador vos vala, Çid, Campeador leal,
- vo meter la vuestra seña en aquella mayor az,
- los que el debdo avedes veremos cómmo la acorredes.–
- Dixo el Campeador, –¡Non sea, por caridad!–
- Respuso Pero Vermúez, –¡Non rastará por ál!–
- Espolonó el cavallo e metiól’ en el mayor az,
- moros le reçiben por la seña ganar,
- danle grandes colpes, mas nol’ pueden falsar.
- Dixo el Campeador, –¡Valelde, por caridad!–
- Enbraçan los escudos delant los coraçones,
- abaxan las lanças abueltas de los pendones,
- enclinaron las caras de suso de los arzones,
- ívanlos ferir de fuertes coraçones.
- A grandes vozes llama el que en buen ora nasco,
- –¡Feridlos, cavalleros, por amor de caridad!
- ¡Yo só Ruy Díaz el Çid Campeador de Bivar!–
- Todos fieren en el az do está Pero Vermúez,
- trezientas lanças son, todas tienen pendones,
- seños moros mataron, todos de seños colpes,
- a la tornada que fazen otros tantos son.
- Veriedes tantas lanças premer e alçar,
- tanta adágara foradar e passar,
- tanta loriga falsar e desmanchar,
- tantos pendones blancos salir vermejos en sangre,
- tantos buenos cavallos sin sos dueños andar.
- Los moros llaman –¡Mafómat!– e los cristianos –¡Santi Yagüe!–
- Cayén en un poco de logar moros muertos mill e trezientos ya.
- ¡Quál lidia bien sobre exorado arzón,
- mio Çid Ruy Díaz el buen lidiador!
- Minaya Álbar Fáñez, que Çorita mandó,
- Martín Antolínez, el burgalés de pro,
- Muño Gustioz, que fue so criado,
- Martín Muñoz, el que mandó a Mont Mayor,
- Álbar Álbarez e Álbar Salvadórez,
- Galín Garçía, el bueno de Aragón,
- Félez Muñoz, so sobrino del Campeador,
- desí adelante, quantos que í son
- acorren la seña e a mio Çid el Canpeador.
- A Minaya Álbar Fáñez matáronle el cavallo,
- bien lo acorren mesnadas de cristianos,
- la lança á quebrada, al espada metió mano,
- maguer de pie, buenos colpes va dando.
- Violo mio Çid Ruy Díaz el castellano,
- acostós’ a un aguazil que tenié buen cavallo,
- diol’ tal espadada con el so diestro braço,
- cortól’ por la çintura, el medio echó en campo.
- A Minaya Álbar Fáñez íval’ dar el cavallo,
- –Cavalgad, Minaya, vós sodes el mio diestro braço,
- oy en este día de vós abré grand bando.–
- Firmes son los moros, aún nos’ van del campo,
- cavalgó Minaya, el espada en la mano,
- por estas fuerças fuerte mientre lidiando,
- a los que alcança valos delibrando.
- Mio Çid Ruy Díaz, el que en buen ora nasco,
- al rey Fáriz tres colpes le avié dado,
- los dos le fallen e el únol’ ha tomado,
- por la loriga ayuso la sangre destellando,
- bolvió la rienda por írsele del campo.
- Por aquel colpe rancado es el fonsado.
- Martín Antolínez un colpe dio a Galve,
- las carbonclas del yelmo echógelas aparte,
- cortól’ el yelmo, que llegó a la carne,
- sabet, el otro non ge l’osó esperar.
- Arrancado es el rey Fáriz e Galve.
- ¡Tan buen día por la cristiandad,
- ca fuyen los moros de la part!
- Los de mio Çid firiendo en alcaz,
- el rey Fáriz en Teruel se fue entrar
- e a Galve nol’ cogieron allá,
- para Calatayuth quanto puede se va,
- el Campeador íval’ en alcaz,
- fata Calatayuth duró el segudar.
- A Minaya Álbar Fáñez bien l’anda el cavallo,
- d’aquestos moros mató treinta e quatro,
- espada tajador, sangriento trae el braço,
- por el cobdo ayuso la sangre destellando.
- Dize Minaya, –Agora só pagado,
- que a Castiella irán buenos mandados,
- que mio Çid Ruy Díaz lid campal á vençida.–
- Tantos moros yazen muertos que pocos bivos á dexados,
- ca en alcaz sin dubda les fueron dando.
- Yas’ tornan los del que en buen ora nasco,
- andava mio Çid sobre so buen cavallo,
- la cofia fronzida, ¡Dios, cómmo es bien barbado!
- Almófar a cuestas, la espada en la mano,
- vio los sos cómmos’ van allegando,
- –Grado a Dios, aquel que está en alto,
- quando tal batalla avemos arrancado.–
- Esta albergada los de mio Çid luego la an robada
- de escudos e de armas e de otros averes largos,
- de los moriscos, quando son llegados, fallaron quinientos e diez cavallos.
- Grand alegreya va entre essos cristianos,
- más de quinze de los sos menos non fallaron.
- Traen oro e plata que non saben recabdo,
- refechos son todos essos cristianos con aquesta ganançia.
- A sos castiellos a los moros dentro los an tornados,
- mandó mio Çid aún que les diessen algo.
- Grant á el gozo mio Çid con todos sos vassallos,
- dio a partir estos dineros e estos averes largos,
- en la su quinta al Çid caen çiento cavallos.
- ¡Dios, qué bien pagó a todos sus vassallos,
- a los peones e a los encavalgados!
- Bien lo aguisa el que en buen ora nasco,
- quantos él trae todos son pagados.
- –Oíd, Minaya, sodes mio diestro braço,
- d’aquesta riqueza que el Criador nos á dado,
- a vuestra guisa prended con vuestra mano.
- Enbiarvos quiero a Castiella con mandado
- d’esta batalla que avemos arrancada,
- al rey Alfonso que me á airado
- quiérol’ enbiar en don treinta cavallos,
- todos con siellas e muy bien enfrenados,
- señas espadas de los arzones colgadas.–
- Dixo Minaya Álbar Fáñez, –Esto faré yo de grado.–
- –Evades aquí oro e plata, una huesa llena,
- que nada nol’ minguava,
- en Santa María de Burgos quitedes mill missas,
- lo que romaneçiere daldo a mi mugier e a mis fijas,
- que rueguen por mí las noches e los días,
- si les yo visquier, serán dueñas ricas.–
- Minaya Álbar Fáñez d’esto es pagado, por ir con él omnes son contados,
- agora davan çevada, ya la noch era entrada,
- mio Çid Ruy Díaz con los sos se acordava,
- –Ídesvos, Minaya, a Castiella la gentil,
- a nuestros amigos bien les podedes dezir,
- Dios nos valió e vençiemos la lid.
- A la tornada, si nos falláredes aquí,
- si non, do sopiéredes que somos indos conseguir.
- Por lanças e por espadas avemos de guarir,
- si non, en esta tierra angosta non podriemos bivir.–
- Ya es aguisado, mañanas’ fue Minaya
- e el Campeador con su mesnada.
- La tierra es angosta e sobejana de mala,
- todos los días a mio Çid aguardavan,
- moros de las fronteras e unas yentes estrañas.
- Sanó el rey Fáriz, con él se consejavan,
- entre los de Teca e los de Teruel la casa
- e los de Calatayut, que es más ondrada,
- assí lo an asmado e metudo en carta,
- vendido les á Alcoçer por tres mill marcos de plata.
- Mio Çid Ruy Díaz a Alcoçer es venido,
- ¡qué bien pagó a sus vassallos mismos!
- A cavalleros e a peones fechos los ha ricos,
- en todos los sos non fallariedes un mesquino,
- qui a buen señor sirve siempre bive en deliçio.
- Quando mio Çid el castiello quiso quitar,
- moros e moras tomáronse a quexar,
- –¡Vaste, mio Çid! ¡Nuestras oraçiones váyante delante!
- Nós pagados fincamos, señor, de la tu part.–
- Quando quitó a Alcoçer mio Çid el de Bivar,
- moros e moras compeçaron de llorar.
- Alçó su seña, el Campeador se va,
- passó Salón ayuso, aguijó cabadelant,
- al exir de Salón mucho ovo buenas aves.
- Plogo a los de Terrer e a los de Calatayut más,
- pesó a los de Alcoçer, ca pro les fazié grant.
- Aguijó mio Çid, ívas’ cabadelant,
- í fincó en un poyo que es sobre Montreal,
- alto es el poyo, maravilloso e grant,
- non teme guerra, sabet, a nulla part.
- Metió en paria a Daroca enantes,
- desí a Molina, que es del otra part,
- la terçera Teruel, que estava delant,
- en su mano tenié a Çelfa la de Canal.
- ¡Mio Çid Ruy Díaz, de Dios aya su graçia!
- Ido es a Castiella Álbar Fáñez Minaya,
- treinta cavallos al rey los enpresentava.
- Violos el rey, fermoso sonrisava,
- –¿Quín’ los dio éstos, sí vos vala Dios, Minaya?–
- –Mio Çid Ruy Díaz, que en buen ora çinxo espada.
- Vençió dos reyes de moros en aquesta batalla,
- sobejana es, señor, la su ganançia.
- A vós, rey ondrado, enbía esta presentaja,
- bésavos los pies e las manos amas
- que l’ayades merçed, sí el Criador vos vala.–
- Dixo el rey, –Mucho es mañana
- omne airado, que de señor non ha graçia,
- por acogello a cabo de tres semanas.
- Mas después que de moros fue, prendo esta presentaja,
- aún me plaze de mio Çid, que fizo tal ganançia.
- Sobr’esto todo a vós quito, Minaya,
- honores e tierras avellas condonadas,
- id e venit, d’aqui vos dó mi graçia,
- mas del Çid Campeador yo non vos digo nada.
- Sobre aquesto todo dezirvos quiero, Minaya,
- de todo mio reino los que lo quisieren far,
- buenos e valientes pora mio Çid huyar,
- suéltoles los cuerpos e quítoles las heredades.–
- Besóle las manos Minaya Álbar Fáñez,
- –Grado e graçias, rey, commo a señor natural,
- esto feches agora, ál feredes adelant.–
- –Id por Castiella e déxenvos andar, Minaya,
- sin nulla dubda id a mio Çid buscar ganançia.–
- Quiérovos dezir del que en buen ora nasco e çinxo espada.
- Aquel poyo, en él priso posada,
- mientra que sea el pueblo de moros e de la yente cristiana,
- el Poyo de mio Çid assíl’ dirán por carta.
- Estando allí mucha tierra preava,
- el río de Martín todo lo metió en paria.
- A Saragoça sus nuevas lllegavan,
- non plaze a los moros, firmemientre les pesava,
- allí sovo mio Çid conplidas quinze semanas.
- Quando vio el caboso que se tardava Minaya,
- con todas sus yentes fizo una trasnochada,
- dexó el poyo, todo lo desenparava,
- allende Teruel don Rodrigo passava,
- en el pinar de Tévar don Roy Díaz posava,
- todas essas tierras todas las preava,
- a Saragoça metuda l’á en paria.
- Quando esto fecho ovo, a cabo de tres semanas,
- de Castiella venido es Minaya,
- dozientos con él, que todos çiñen espadas,
- non son en cuenta, sabet, las peonadas.
- Quando vio mio Çid asomar a Minaya,
- el cavallo corriendo, valo abraçar sin falla,
- besóle la boca e los ojos de la cara.
- Todo ge lo dize, que no l’encubre nada.
- El Campeador fermoso sonrisava,
- –¡Grado a Dios e a las sus vertudes santas,
- mientra vós visquiéredes, bien me irá a mí, Minaya!–
- ¡Dios, cómmo fue alegre todo aquel fonsado
- que Minaya Álbar Fáñez assí era llegado,
- diziéndoles saludes de primos e de hermanos
- e de sus compañas, aquéllas que avién dexadas!
- ¡Dios, cómmo es alegre la barba vellida
- que Álbar Fáñez pagó las mill missas
- e quel’ dixo saludes de su mugier e de sus fijas!
- ¡Dios, cómmo fue el Çid pagado e fizo grant alegría!
- –¡Ya Álbar Fáñez, bivades muchos días!–
- Non lo tardó el que en buen ora nasco,
- tierras d’Alcañiz negras las va parando,
- e aderredor todo lo va preando,
- al terçer día don ixo, í es tornado.
- Ya va el mandado por las tierras todas,
- pesando va a los de Monçón e a los de Huesca,
- por que dan parias plaze a los de Saragoça,
- de mio Çid Ruy Díaz que non temién ninguna fonta.
- Con estas ganançias a la posada tornándose van,
- todos son alegres, ganançias traen grandes,
- plogo a mio Çid e mucho a Álbar Fáñez.
- Sonrisós’ el caboso, que non lo pudo endurar,
- –Ya cavalleros, dezirvos he la verdad,
- qui en un logar mora siempre lo so puede menguar,
- cras a la mañana pensemos de cavalgar,
- dexat estas posadas e iremos adelant.
- Estonçes se mudó el Çid al puerto de Alucant,
- dent corre mio Çid a Huesca e a Montalván,
- en aquessa corrida diez días ovieron a morar.
- Fueron los mandados a todas partes
- que el salido de Castiella assí los trae tan mal.
- Los mandados son idos a todas partes,
- llegaron las nuevas al conde de Barçilona,
- que mio Çid Ruy Díaz quel’ corrié la tierra toda,
- ovo grand pesar e tóvos’lo a grand fonta.
- El conde es muy follón e dixo una vanidat,
- –Grandes tuertos me tiene mio Çid el de Bivar,
- dentro en mi cort tuerto me tovo grand,
- firióm’ el sobrino e non’ lo enmendó más,
- agora córrem’ las tierras que en mi enpara están.
- Non lo desafié nil’ torné enemistad,
- mas, quando él me lo busca, írgelo he yo demandar.–
- Grandes son los poderes e apriessa se van llegando,
- gentes se le allegan grandes entre moros e cristianos,
- adeliñan tras mio Çid el bueno de Bivar,
- tres días e dos noches pensaron de andar,
- alcançaron a mio Çid en Tévar e el pinar,
- assí viene esforçado, que el conde a manos se le cuidó tomar.
- Mio Çid don Rodrigo trae grand ganançia,
- diçe de una sierra e llegava a un val.
- Del conde don Remont venido l’es mensaje,
- mio Çid, quando lo oyó, enbió pora allá,
- –Digades al conde non lo tenga a mal,
- de lo so non lieuo nada, déxem’ ir en paz.–
- Respuso el conde, –Esto non será verdad,
- lo de antes e de agora tódom’ lo pechará,
- sabrá el salido a quién vino desondrar.–
- Tornós’ el mandadero quanto pudo más,
- essora lo coñosçe mio Çid el de Bivar,
- que a menos de batalla nos’ pueden den quitar.
- –Ya cavalleros, apart fazed la ganançia,
- apriessa vos guarnid e metedos en las armas,
- el conde don Remont darnos ha grant batalla,
- de moros e de cristianos gentes trae sobejanas,
- a menos de batalla non nos dexarié por nada.
- Pues adelant irán tras nós, aquí sea la batalla,
- apretad los cavallos e bistades las armas.
- Ellos vienen cuesta yuso e todos traen calças,
- e las siellas coçeras e las çinchas amojadas,
- nós cavalgaremos siellas gallegas e huesas sobre calças,
- çiento cavalleros devemos vençer aquellas mesnadas.
- Antes que ellos lleguen al llano, presentémosles las lanças,
- por uno que firgades tres siellas irán vazias,
- verá Remont Verenguel tras quién vino en alcança,
- oy en este pinar de Tévar por tollerme la ganançia.–
- Todos son adobados quando mio Çid esto ovo fablado,
- las armas avién presas e sedién sobre los cavallos,
- vieron la cuesta yuso la fuerça de los francos,
- al fondón de la cuesta çerca es del llano,
- mandólos ferir mio Çid, el que en buen ora nasco.
- Esto fazen los sos de voluntad e de grado,
- los pendones e las lanças tan bien las van enpleando,
- a los unos firiendo e a los otros derrocando.
- Vençido á esta batalla el que en buen ora nasco,
- al conde don Remont a presón le an tomado.
- Í gañó a Colada, que más vale de mill marcos de plata,
- í bençió esta batalla, por o ondró su barba.
- Prísolo al conde, pora su tierra lo levava,
- a sos creenderos mandarlo guardava.
- De fuera de la tienda un salto dava,
- de todas partes los sos se ajuntaron,
- plogo a mio Çid ca grandes son las ganançias.
- A mio Çid don Rodrigo grant cozina l’adobavan,
- el conde don Remont non ge lo preçia nada,
- adúzenle los comeres, delant ge los paravan,
- él non lo quiere comer, a todos los sosañava,
- –Non combré un bocado por quanto ha en toda España,
- antes perderé el cuerpo e dexaré el alma,
- pues que tales malcalçados me vençieron de batalla.–
- Mio Çid Ruy Díaz odredes lo que dixo,
- –Comed, conde, d’este pan e beved d’este vino,
- si lo que digo fiziéredes saldredes de cativo,
- si non, en todos vuestros días non veredes cristianismo.–
- Dixo el conde don Remont, –Comede, don Rodrigo e pensedes de folgar,
- que yo dexarm’é morir, que non quiero comer.–
- Fasta terçer día nol’ pueden acordar,
- ellos partiendo estas ganançias grandes,
- nol’ pueden fazer comer un muesso de pan.
- Dixo mio Çid, –Comed, conde, algo, ca si non comedes, non veredes cristiano
- e si vós comiéredes, don yo sea pagado,
- a vós e dos fijosdalgo quitarvos he los cuerpos e darvos é de mano.–
- Quando esto oyó el conde ya s’iva alegrando,
- –Si lo fiziéredes, Çid, lo que avedes fablado,
- tanto quanto yo biva seré dent maravillado.–
- –Pues comed, conde, e quando fuéredes jantado,
- a vós e a otros dos darvos he de mano,
- mas quanto avedes perdido e yo gané en canpo,
- sabet, non vos daré a vós un dinero malo,
- mas quanto avedes perdido non vos lo daré,
- ca huebos me lo he e pora estos mios vassallos,
- que comigo andan lazrados e non vos lo daré.
- Prendiendo de vós e de otros irnos hemos pagando,
- abremos esta vida mientra ploguiere al Padre Santo,
- commo que ira á de rey e de tierra es echado.–
- Alegre es el conde e pidió agua a las manos
- e tiénengelo delant e diérongelo privado.
- Con los cavalleros que el Çid le avié dados,
- comiendo va el conde, ¡Dios, qué de buen grado!
- Sobr’él sedié el que en buen ora nasco,
- –Si bien non comedes, conde, don yo sea pagado,
- aquí feremos la morada, no nos partiremos amos.–
- Aquí dixo el conde, –De voluntad e de grado.–
- Con estos dos cavalleros apriessa va jantando,
- pagado es mio Çid, que lo está aguardando,
- porque el conde don Remont tan bien bolvié las manos.
- –Si vos ploguiere, mio Çid, de ir somos guisados,
- mandadnos dar las bestias e cavalgaremos privado,
- del día que fue conde non janté tan de buen grado,
- el sabor que dend é non será olbidado.–
- Danle tres palafrés muy bien ensellados
- e buenas vestiduras de pelliçones e de mantos.
- El conde don Remont entre los dos es entrado,
- fata cabo del albergada escurriólos el castellano,
- –Ya vos ides, conde, a guisa de muy franco,
- en grado vos lo tengo lo que me avedes dexado.
- Si vos viniere emiente que quisiéredes vengallo,
- si me viniéredes buscar, fallarme podredes,
- e si non, mandedes buscar, o me dexaredes
- de lo vuestro o de lo mio levaredes algo.–
- –Folguedes ya, mio Çid, sodes en vuestro salvo,
- pagado vos he por todo aqueste año,
- de venirvos buscar sol non será pensado.–
- Aguijava el conde e pensava de andar,
- tornando va la cabeça e catándos’ atrás,
- miedo iva aviendo que mio Çid se repintrá,
- lo que non ferié el caboso por quanto en el mundo ha,
- una deslealtança, ca non la fizo alguandre.
- Ido es el conde, tornós’ el de Bivar,
- juntós’ con sus mesnadas, conpeçólas de llegar
- de la ganançia que an fecha, maravillosa e grand.
- Aquís’ conpieça la gesta de mio Çid el de Bivar.
- Tan ricos son los sos que non saben qué se an,
- poblado ha mio Çid el puerto de Alucant,
- dexado á Saragoça e a las tierras d’acá
- e dexado á Huesca e las tierras de Montalván.
- Contra la mar salada conpeçó de guerrear,
- a orient exe el sol e tornós’ a essa part.
- Mio Çid gañó a Xérica e a Onda e Almenar,
- tierras de Borriana todas conquistas las ha.
- Ajudóle el Criador, el señor que es en çielo,
- él con todo esto priso a Murviedro,
- ya vié mio Çid que Dios le iva valiendo.
- Dentro en Valençia non es poco el miedo.
- Pesa a los de Valençia, sabet, non les plaze,
- prisieron so consejo quel’ viniessen çercar,
- trasnocharon de noch, al alva de la man
- açerca de Murviedro tornan tiendas a fincar.
- Violo mio Çid, tomós’ a maravillar, –Grado a ti, Padre spirital,
- en sus tierras somos e fémosles todo mal,
- bevemos so vino e comemos el so pan,
- si nos çercar vienen, con derecho lo fazen,
- a menos de lid nos’ partirá aquesto.
- Vayan los mandados por los que nos deven ajudar,
- los unos a Xérica e los otros a Alucad,
- desí a Onda e los otros a Almenar,
- los de Borriana luego vengan acá.
- Conpeçaremos aquesta lid campal,
- yo fío por Dios que en nuestro pro eñadrán.–
- Al terçer día todos juntados s’an,
- el que en buen ora nasco compeçó de fablar,
- –Oíd, mesnadas, sí el Criador vos salve.
- Después que nos partiemos de la linpia cristiandad,
- non fue a nuestro grado ni nós non pudiemos más,
- grado a Dios, lo nuestro fue adelant.
- Los de Valençia çercados nos han,
- si en estas tierras quisiéremos durar,
- firmemientre son éstos a escarmentar.
- Passe la noche e venga la mañana,
- aparejados me sed a cavallos e armas,
- iremos ver aquella su almofalla,
- commo omnes exidos de tierra estraña,
- allí pareçrá el que mereçe la soldada.–
- Oíd que dixo Minaya Álbar Fáñez,
- –Campeador, fagamos lo que a vós plaze.
- A mí dedes ciento cavalleros, que non vos pido más,
- vós con los otros firádeslos delant,
- bien los ferredes, que dubda non í avrá,
- yo con los çiento entraré del otra part,
- commo fío por Dios, el campo nuestro será.–
- Commo ge lo á dicho, al Campeador mucho plaze.
- Mañana era e piénsanse de armar,
- quis cada uno d’ellos bien sabe lo que ha de far.
- Con los alvores mio Çid ferirlos va,
- –¡En el nombre del Criador e del apostol Santi Yagüe,
- feridlos, cavalleros, d’amor e de grado e de grand voluntad,
- ca yo só Ruy Díaz, mio Çid el de Bivar!–
- Tanta cuerda de tienda í veriedes quebrar,
- arrancarse las estacas e acostarse a todas partes los tendales.
- Moros son muchos, ya quieren reconbrar,
- del otra part entróles Álbar Fáñez,
- maguer les pesa, oviéronse a dar e a arrancar.
- Grand es el gozo que va por és logar,
- dos reyes de moros mataron en és alcaz,
- fata Valençia duró el segudar.
- Grandes son las ganançias que mio Çid fechas ha,
- prisieron Çebolla e quanto que es í adelant,
- de pies de cavallo los ques’ pudieron escapar.
- Robavan el campo e piénsanse de tornar,
- entravan a Murviedro con estas ganançias que traen grandes.
- Las nuevas de mio Çid, sabet, sonando van,
- miedo an en Valençia que non saben qué se far.
- Sonando van sus nuevas allent parte del mar.
- Alegre era el Çid e todas sus compañas,
- que Dios le ajudara e fiziera esta arrancada.
- Davan sus corredores e fazién las trasnochadas,
- llegan a Gujera e llegan a Xátiva,
- aún más ayusso a Denia la casa,
- cabo del mar, tierra de moros firme la quebranta,
- ganaron Peña Cadiella, las exidas e las entradas.
- Quando el Çid Campeador ovo Peña Cadiella,
- mal les pesa en Xátiva e dentro en Gujera,
- non es con recabdo el dolor de Valençia.
- En tierra de moros prendiendo e ganando,
- e durmiendo los días e las noches trasnochando,
- en ganar aquellas villas mio Çid duró tres años.
- A los de Valençia escarmentados los han,
- non osan fueras exir nin con él se ajuntar,
- tajávales las huertas e fazíales grand mal,
- en cada uno d’estos años mio Çid les tollió el pan.
- Mal se aquexan los de Valençia, que non sabent qués’ far,
- de ninguna part que sea non les venié pan,
- nin da cossejo padre a fijo nin fijo a padre,
- nin amigo a amigo nos’ pueden consolar.
- Mala cueta es, señores, aver mingua de pan,
- fijos e mujieres verlos murir de fanbre.
- Delante veyén so duelo, non se pueden huviar,
- por el rey de Marruecos ovieron a enbiar,
- con el de los Montes Claros avién guerra tan grand,
- non les dixo cossejo nin los vino huviar.
- Sópolo mio Çid, de coraçón le plaz,
- salió de Murviedro una noch en trasnochada,
- amaneçió a mio Çid en tierras de Monreal.
- Por Aragón e por Navarra pregón mandó echar,
- a tierras de Castiella enbió sus mensajes,
- quien quiere perder cueta e venir a ritad,
- viniesse a mio Çid, que á sabor de cavalgar,
- çercar quiere a Valençia pora cristianos la dar.
- –Quien quiere ir comigo çercar a Valençia,
- todos vengan de grado, ninguno non ha premia,
- tres días le speraré en Canal de Çelfa.–
- Esto dixo mio Çid, el que en buen ora nasco,
- tornávas’ a Murviedro ca él se la á ganada.
- Andidieron los pregones, sabet, a todas partes,
- al sabor de la ganançia non lo quiere detardar,
- grandes yentes se le acojen de la buena cristiandad.
- Creçiendo va en riqueza mio Çid el de Bivar,
- quando vio mio Çid las gentes juntadas, compeçós’ de pagar.
- Mio Çid don Rodrigo non lo quiso detardar,
- adeliñó pora Valençia e sobr’ellas’ va echar,
- bien la çerca mio Çid, que non í avía art,
- viédales exir e viédales entrar.
- Sonando van sus nuevas todas a todas partes,
- más le vienen a mio Çid, sabet, que nos’ le van.
- Metióla en plazo, si les viniessen huviar,
- nueve meses complidos, sabet, sobr’ella jaz,
- quando vino el dezeno oviérongela a dar.
- Grandes son los gozos que van por és logar,
- quando mio Çid gañó a Valençia e entró en la çibdad.
- Los que fueron de pie cavalleros se fazen,
- el oro e la plata ¿quién vos lo podrié contar?
- Todos eran ricos, quantos que allí ha.
- Mio Çid don Rodrigo la quinta mandó tomar,
- en el aver monedado treinta mill marcos le caen,
- e los otros averes ¿quién los podrié contar?
- Alegre era el Campeador con todos los que ha,
- quando su seña cabdal sedié en somo del alcáçar.
- Ya folgava mio Çid con todas sus conpañas.
- A aquel rey de Sevilla el mandado llegava
- que presa es Valençia, que non ge la enparan,
- vínolos ver con treinta mill de armas.
- Aprés de la huerta ovieron la batalla,
- arrancólos mio Çid, el de la luenga barba.
- Fata dentro en Xátiva duró el arrancada,
- en el passar de Xúcar í veriedes barata,
- moros en aruenço amidos bever agua.
- Aquel rey de Marruecos con tres colpes escapa.
- Tornado es mio Çid con toda esta ganançia,
- buena fue la de Valençia quando ganaron la casa,
- mas mucho fue provechosa, sabet, esta arrancada,
- a todos los menores cayeron ciento marcos de plata.
- Las nuevas del cavallero ya vedes dó llegavan.
- Grand alegría es entre todos essos cristianos,
- con mio Çid Ruy Díaz, el que en buen ora nasco.
- Yal’ creçe la barba e vale allongando,
- dixo mio Çid de la su boca atanto,
- –Por amor del rey Alfonso, que de tierra me á echado,–
- nin entrarié en ella tigera ni un pelo non avrié tajado,
- e que fablassen d’esto moros e cristianos.
- Mio Çid don Rodrigo en Valençia está folgando,
- con él Minaya Álbar Fáñez, que nos’ le parte de so braço.
- Los que exieron de tierra de ritad son abondados,
- a todos les dio en Valençia casas e heredades
- de que son pagados, el amor de mio Çid ya lo ivan provando,
- los que fueron con él e los de después, todos son pagados.
- Véelo mio Çid, que con los averes que avién tomados,
- que sis’ pudiessen ir, fer lo ien de grado.
- Esto mandó mio Çid, Minaya lo ovo consejado,
- que ningún omne de los sos ques’ le non spidiés o nol’ besás la mano,
- sil’ pudiessen prender o fuesse alcançado,
- tomássenle el aver e pusiéssenle en un palo.
- Afevos todo aquesto puesto en buen recabdo,
- con Minaya Álbar Fáñez él se va consejar,
- –Si vós quisiéredes, Minaya, quiero saber recabdo
- de los que son aquí e comigo ganaron algo,
- meterlos he en escripto e todos sean contados,
- que si algunos’ furtare o menos le fallaren, el aver me avrá a tornar
- a aquestos mios vassallos, que curian a Valençia e andan arrobdando.–
- Allí dixo Minaya, –Consejo es aguisado.–
- Mandólos venir a la cort e a todos los juntar,
- quando los falló, por cuenta fízolos nonbrar,
- tres mill e seisçientos avié mio Çid el de Bivar,
- alégras’le el coraçón e tornós’ a sonrisar,
- –Grado a Dios, Minaya, e a Santa María madre,
- con más pocos ixiemos de la casa de Bivar,
- agora avemos riqueza, más avremos adelant.
- Si a vós ploguiere, Minaya, e non vos caya en pesar,
- enbiarvos quiero a Castiella, do avemos heredades,
- al rey Alfonso, mio señor natural,
- d’estas mis ganançias que avemos fechas acá,
- darle quiero ciento cavallos e vós ídgelos levar.
- Desí por mí besalde la mano e firme ge lo rogad
- por mi mugier e mis fijas, si fuere su merçed,
- quem’ las dexe sacar.
- Enbiaré por ellas e vós sabed el mensage,
- la mugier de mio Çid e sus fijas las ifantes,
- de guisa irán por ellas que a grand ondra vernán
- a estas tierras estrañas que nós pudiemos ganar.–
- Essora dixo Minaya, –De buena voluntad.–
- Pues esto an fablado, piénsanse de adobar,
- çiento omnes le dio mio Çid a Álbar Fáñez por servirle en la carrera
- e mandó mill marcos de plata a San Pero levar
- e que los diesse al abbat don Sancho.
- En estas nuevas todos se alegrando,
- de parte de orient vino un coronado,
- el obispo don Jerónimo, so nombre es llamado,
- bien entendido es de letras e mucho acordado,
- de pie e de cavallo mucho era arreziado.
- Las provezas de mio Çid andávalas demandando,
- sospirando el obispo ques’ viesse con moros en el campo,
- que sis’ fartás lidiando e firiendo con sus manos,
- a los días del sieglo non le llorassen cristianos.
- Quando lo oyó mio Çid, de aquesto fue pagado,
- –Oíd, Minaya Álbar Fáñez, por aquel que está en alto,
- quando Dios prestarnos quiere, nós bien ge lo gradescamos.
- En tierras de Valençia fer quiero obispado
- e dárgelo a este buen cristiano.
- Vós, quando ides a Castiella, levaredes buenos mandados.–
- Plogo a Álbar Fáñez de lo que dixo don Rodrigo,
- a este don Jerónimo yal’ otorgan por obispo,
- diéronle en Valençia o bien puede estar rico.
- ¡Dios, qué alegre era todo cristianismo
- que en tierras de Valençia señor avié obispo!
- Alegre fue Minaya e spidiós’ e vínos’.
- Tierras de Valençia remanidas en paz,
- adeliñó pora Castiella Minaya Álbar Fáñez,
- dexarévos las posadas, non las quiero contar.
- Demandó por Alfonso, dó lo podrié fallar,
- fuera el rey a San Fagunt aún poco ha,
- tornós’ a Carrión, í lo podrié fallar.
- Alegre fue de aquesto Minaya Álbar Fáñez,
- con esta presentaja adeliñó pora allá.
- De missa era exido essora el rey Alfonso,
- afé Minaya Álbar Fáñez dó llega tan apuesto,
- fincó sos inojos ante tod el pueblo,
- a los pies del rey Alfonso cayó con grand duelo,
- besávale las manos e fabló tan apuesto,
- –Merçed, señor Alfonso, por amor del Criador,
- besávavos las manos mio Çid lidiador,
- los pies e las manos commo a tan buen señor,
- que l’ayades merçed, sí vos vala el Criador.
- Echástesle de tierra, non ha la vuestra amor,
- maguer en tierra agena, él bien faze lo so,
- ganada á a Xérica e a Ondra por nombre,
- priso a Almenar e a Murviedro, que es miyor,
- assí fizo Çebolla e adelant Castejón
- e Peña Cadiella, que es una peña fuert,
- con aquestas todas de Valençia es señor.
- Obispo fizo de su mano el buen Campeador
- e fizo çinco lides campales e todas las arrancó.
- Grandes son las ganançias quel’ dio el Criador,
- fevos aquí las señas, verdad vos digo yo,
- çient cavallos gruessos e corredores,
- de siellas e de frenos todos guarnidos son,
- bésavos las manos e que los prendades vós,
- razónas’ por vuestro vassallo e a vós tiene por señor.–
- Alçó la mano diestra, el rey se santigó,
- –De tan fieras ganançias commo á fechas el Campeador,
- sí me vala Sant Esidro, plazme de coraçón
- e plázem’ de las nuevas que faze el Campeador.
- Reçibo estos cavallos que m’enbía de don.–
- Maguer plogo al rey, mucho pesó a Garçí Ordóñez,
- –Semeja que en tierra de moros non á bivo omne
- quando assí faze a su guisa el Çid Campeador.–
- Dixo el rey al conde, –Dexad essa razón,
- que en todas guisas mijor me sirve que vós.–
- Fablava Minaya í a guisa de varón,
- –Merçed vos pide el Çid, si vos cayesse en sabor,
- por su mugier doña Ximena e sus fijas amas a dos,
- saldrién del monesterio do elle las dexó
- e irién pora Valençia al buen Campeador.–
- Essora dixo el rey, –Plazme de coraçón,
- yo les mandaré dar conducho mientra que por mi tierra fueren,
- de fonta e de mal curialdas e de desonor,
- quando en cabo de mi tierra aquestas dueñas fueren,
- catad cómmo las sirvades vós e el Campeador.
- Oídme, escuelas e toda la mi cort,
- non quiero que nada pierda el Campeador,
- a todas las escuelas que a él dizen señor,
- porque los deseredé, todo ge lo suelto yo,
- sírvanle sus herdades do fuere el Campeador,
- atrégoles los cuerpos de mal e de ocasión,
- por tal fago aquesto que sirvan a so señor.–
- Minaya Álbar Fáñez las manos le besó,
- sonrisós’ el rey, tan vellido fabló,
- –Los que quisieren ir servir al Campeador,
- de mí sean quitos e vayan a la graçia del Criador,
- más ganaremos en esto que en otra desonor.–
- Aquí entraron en fabla los ifantes de Carrión,
- –Mucho creçen las nuevas de mio Çid el Campeador,
- bien casariemos con sus fijas pora huebos de pro,
- non la osariemos acometer nós esta razón,
- mio Çid es de Bivar e nós de los condes de Carrión.–
- Non lo dizen a nadi e fincó esta razón.
- Minaya Álbar Fáñez al buen rey se espidió,
- –Ya vos ides, Minaya, id a la graçia del Criador,
- levedes un portero, tengo que vos avrá pro,
- si leváredes las dueñas, sírvanlas a su sabor,
- fata dentro en Medina denles quanto huebos les fuer,
- desí adelant piense d’ellas el Campeador.–
- Espidiós’ Minaya e vasse de la cort.
- Los ifantes de Carrión dando ivan conpaña a Minaya Álbar Fáñez,
- –En todo sodes pro, en esto assí lo fagades,
- saludadnos a mio Çid el de Bivar,
- somos en so pro quanto lo podemos far,
- el Çid que bien nos quiera, nada non perderá.–
- Respuso Minaya, –Esto non me á por qué pesar.–
- Ido es Minaya, tórnanse los ifantes.
- Adeliñó pora San Pero, o las dueñas están,
- tan grand fue el gozo quandol’ vieron asomar.
- Deçido es Minaya, a San Pero va rogar,
- quando acabó la oraçión a las dueñas se tornó,
- –Omíllom’, doña Ximena, Dios vos curie de mal,
- assí faga a vuestras fijas amas.
- Salúdavos mio Çid allá onde elle está,
- sano lo dexé e con tan grand rictad.
- El rey por su merçed sueltas me vos ha,
- por levaros a Valençia que avemos por heredad.
- Si vos viesse el Çid sanas e sin mal,
- todo serié alegre, que non avrié ningún pesar.–
- Dixo doña Ximena, –El Criador lo mande.–
- Dio tres cavalleros Minaya Álbar Fáñez,
- enviólos a mio Çid a Valençia do está,
- –Dezid al Canpeador, que Dios le curie de mal,
- que su mugier e sus fijas el rey sueltas me las ha,
- mientra que fuéremos por sus tierras conducho nos mandó dar,
- de aquestos quinze días, si Dios nos curiare de mal,
- seremos í yo e su mugier e sus fijas que él á
- y todas las dueñas con ellas, quantas buenas ellas han.–
- Idos son los cavalleros e d’ello pensarán,
- remaneçió en San Pero Minaya Álbar Fáñez.
- Veriedes cavalleros venir de todas partes,
- irse quieren a Valençia a mio Çid el de Bivar,
- que les toviesse pro rogavan a Álbar Fáñez,
- diziendo esto Minaya, –Esto feré de veluntad.–
- A Minaya sessaenta e cinco cavalleros acreçídol’ han
- e él se tenié çiento que aduxiera d’allá,
- por ir con estas dueñas buena conpaña se faze.
- Los quinientos marcos dio Minaya al abbat,
- de los otros quinientos dezir vos he qué faze,
- Minaya a doña Ximina e a sus fijas que ha,
- e a las otras dueñas que las sirven delant,
- el bueno de Minaya pensólas de adobar
- de los mejores guarnimientos que en Burgos pudo fallar,
- palafrés e mulas, que non parescan mal.
- Quando estas dueñas adobadas las han,
- el bueno de Minaya pensar quiere de cavalgar,
- afevos Raquel e Vidas a los pies le caen,
- –Merçed, Minaya, cavallero de prestar,
- desfechos nos ha el Çid, sabet, si no nos val,
- soltariemos la ganançia, que nos diesse el cabdal.–
- –Yo lo veré con el Çid si Dios me lieva allá,
- por lo que avedes fecho buen cosiment í avrá.–
- Dixo Raquel e Vidas, –El Criador lo mande,
- si non, dexaremos Burgos, irlo hemos buscar.–
- Ido es pora San Pero Minaya Álbar Fáñez,
- muchas yentes se le acogen, pensó de cavalgar,
- grand duelo es al partir del abbat,
- –Sí vos vala el Criador, Minaya Álbar Fáñez,
- por mí al Campeador las manos le besad,
- aqueste monesterio no lo quiera olbidar,
- todos los días del sieglo en levarlo adelant,
- el Çid siempre valdrá más.–
- Respuso Minaya, –Fer lo he de veluntad.–
- Ya s’espiden e piensan de cavalgar,
- el portero con ellos que los ha de aguardar,
- por la tierra del rey mucho conducho les dan.
- De San Pero fasta Medina en çinco días van,
- felos en Medina las dueñas e Álbar Fáñez.
- Dirévos de los cavalleros que levaron el mensaje.
- Al ora que lo sopo mio Çid el de Bivar,
- plógol’ de coraçón e tornós’ a alegrar,
- de la su boca conpeçó de fablar,
- –Qui buen mandadero enbía tal deve sperar.
- Tú, Muño Gustioz, e Pero Vermúez delant
- e Martín Antolínez, un burgalés leal,
- el obispo don Jerónimo, coronado de prestar,
- cavalguedes con çiento guisados pora huebos de lidiar,
- por Santa María vós vayades passar,
- vayades a Molina que jaze más adelant,
- tiénela Avengalvón, mio amigo es de paz,
- con otros çiento cavalleros bien vos consigrá,
- id pora Medina quanto lo pudiéredes far,
- mi mugier e mis fijas con Minaya Álbar Fáñez,
- assí commo a mí dixieron í los podredes fallar,
- con grand ondra aduzídmelas delant,
- e yo fincaré en Valençia, que mucho costádom’ ha,
- grand locura serié si la desenparás,
- yo fincaré en Valençia, ca la tengo por heredad.–
- Esto era dicho, piensan de cavalgar
- e quanto que pueden non fincan de andar,
- troçieron a Santa María e vinieron albergar a Frontael,
- e el otro día vinieron a Molina posar.
- El moro Avengalvón, quando sopo el mensaje,
- saliólos reçebir con grant gozo que faze,
- –Venides los vassallos de mio amigo natural,
- a mí non me pesa, sabet, mucho me plaze.–
- Fabló Muño Gustioz, non speró a nadi,
- –Mio Çid vos saludava e mandólo recabdar
- con çiento cavalleros que privado l’acorrades,
- su mugier e sus fijas en Medina están,
- que vayades por ellas, adugádesgelas acá
- e fata en Valençia d’ellas non vos partades.–
- Dixo Avengalvón, –Fer lo he de veluntad.–
- Essa noch conducho les dio grand,
- a la mañana piensan de cavalgar,
- çiento le pidieron, mas él con dozientos va.
- Passan las montañas que son fieras e grandes,
- passaron Mata de Toranz de tal guisa que ningún miedo non han,
- por el val de Arbuxedo piensan a deprunar.
- E en Medina todo el recabdo está,
- envió dos cavalleros Minaya Álbar Fáñez, que sopiesse la verdad,
- esto non detardó, ca de coraçón lo han,
- el uno fincó con ellos e el otro tornó a Álbar Fáñez,
- –Virtos del Campeador a nós vienen buscar,
- afevos aquí Pero Vermúez e Muño Gustioz, que vos quieren sin art,
- e Martín Antolínez, el burgalés natural,
- e el obispo don Jerónimo, coranado leal,
- e el alcáyaz Avengalvón, con sus fuerças que trae
- por sabor de mio Çid de grand óndral’ dar,
- todos vienen en uno, agora llegarán.–
- Essora dixo Minaya, –Vaimos cavalgar.–
- Esso fue apriessa fecho, que nos’ quieren detardar,
- bien salieron den çiento que non pareçen mal,
- en buenos cavallos a petrales e a cascaveles,
- e a cuberturas de çendales e escudos a los cuellos,
- e en las manos lanças que pendones traen,
- que sopiessen los otros de qué seso era Álbar Fáñez
- o cuémo saliera de Castiella Álbar Fáñez con estas dueñas que trae.
- Los que ivan mesurando e llegándolo van delant,
- luego toman armas e tómanse a deportar,
- por çerca de Salón tan grandes gozos van.
- Don llegan los otros a Minaya Álbar Fáñez se van homillar,
- quando llegó Avengalvón, dont a ojo ha,
- sonrisándose de la boca, ívalo abraçar,
- en el ombro lo saluda, ca tal es su usaje,
- –¡Tan buen día convusco, Minaya Álbar Fáñez!
- Traedes estas dueñas por o valdremos más,
- mugier del Çid lidiador e sus fijas naturales,
- ondrarvos hemos todos, ca tal es la su auze,
- maguer que mal le queramos, non gelo podremos fer,
- en paz o en guerra de lo nuestro abrá,
- múchol’ tengo por torpe qui non conosçe la verdad.–
- Sorrisós’ de la boca Minaya Álbar Fáñez,
- –Ya Avengalvón, amígol’ sodes sin falla,
- si Dios me llegare al Çid e lo vea con el alma,
- d’esto que avedes fecho vós non perderedes nada.
- Vayamos posar, ca la çena es adobada.–
- Dixo Avengalvón, –Plazme d’esta presentaja,
- antes d’este terçer día vos la daré doblada.–
- Entraron en Medina, sirvíalos Minaya,
- todos fueron alegres del çerviçio que tomaron,
- el portero del rey quitarlo mandava,
- ondrado es mio Çid en Valençia do estava,
- de tan grand conducho commo en Medínal’ sacaron,
- el rey lo pagó todo e quito se va Minaya.
- Passada es la noche, venida es la mañana,
- oída es la missa e luego cavalgavan,
- salieron de Medina e Salón passavan,
- Arbuxuelo arriba privado aguijavan,
- el campo de Torançio luego l’atravessavan,
- vinieron a Medina, la que Avengalvón mandava.
- El obispo don Jerónimo, buen cristiano sin falla,
- las noches e los días las dueñas aguardando,
- e buen cavallo en diestro que va ante sus armas,
- entre él e Álbar Fáñez ivan a una compaña.
- Entrados son a Molina, buena e rica casa,
- el moro Avengalvón bien los sirvié sin falla,
- de quanto que quisieron non ovieron falla,
- aun las ferraduras quitárgelas mandava.
- A Minaya e a las dueñas, ¡Dios, cómmo las ondrava!
- Otro día manaña luego cavalgavan,
- fata en Valençia sirvíalos sin falla,
- los sos despendié el moro, que de lo so non tomavan nada.
- Con estas alegrías e nuevas tan ondradas,
- aprés son de Valençia, a tres leguas contadas.
- A mio Çid, el que en buen ora nasco,
- dentro a Valençia liévanle el mandado.
- Alegre fue mio Çid, que nunqua más nin tanto,
- ca de lo que más amava yal’ viene el mandado.
- Dozientos cavalleros mandó exir privado,
- que reçiban a Minaya e a las dueñas fijasdalgo,
- él sedié en Valençia curiando e guardando,
- ca bien sabe que Álbar Fáñez trae todo recabdo.
- Afevos todos aquestos reçiben a Minaya
- e a las dueñas e a las niñas e a las otras conpañas.
- Mandó mio Çid a los que ha en su casa
- que guardassen el alcáçar e las otras torres altas
- e todas las puertas e las exidas e las entradas
- e aduxiéssenle a Bavieca, poco avié quel’ ganara,
- aún non sabié mio Çid, el que en buen ora çinxo espada,
- si serié corredor o si abrié buena parada.
- A la puerta de Valençia, do fuesse en so salvo,
- delante su mugier e de sus fijas querié tener las armas.
- Reçebidas las dueñas a una grant ondrança,
- el obispo don Jerónimo adelant se entrava,
- í dexava el cavallo, pora la capiella adeliñava.
- Con quantos que él puede, que con oras se acordaran,
- sobrepelliças vestidas e con cruzes de plata,
- reçibir salién las dueñas e al bueno de Minaya.
- El que en buen ora nasco non lo detardava,
- ensiéllanle a Bavieca, cuberturas le echavan,
- mio Çid salió sobr’él e armas de fuste tomava,
- vistiós’ el sobregonel, luenga trae la barba,
- fizo una corrida, ésta fue tan estraña,
- por nombre el cavallo Bavieca cavalga,
- quando ovo corrido todos se maravillavan,
- d’és día se preçió Bavieca en quant grant fue España.
- En cabo del cosso mio Çid descavalgava,
- adeliñó a su mugier e a sus fijas amas,
- quando lo vio doña Ximena a pies se le echava,
- –Merçed, Campeador, en buen ora çinxiestes espada,
- sacada me avedes de muchas vergüenças malas,
- afeme aquí, señor, yo e vuestras fijas amas,
- con Dios e convusco buenas son e criadas.–
- A la madre e a las fijas bien las abraçava,
- del gozo que avién de los sos ojos lloravan,
- todas las sus mesnadas en grant deleit estavan,
- armas teniendo e tablados quebrantando.
- Oíd lo que dixo el que en buen ora nasco,
- –Vós, querida e ondrada mugier, e amas mis fijas,
- mi coraçón e mi alma,
- entrad comigo en Valençia la casa,
- en esta heredad que vos yo he ganada.–
- Madre e fijas las manos le besavan,
- a tan grand ondra ellas a Valençia entravan.
- Adeliñó mio Çid con ellas al alcáçar,
- allá las subié en el más alto logar.
- Ojos vellidos catan a todas partes,
- miran Valençia, cómmo jaze la çibdad,
- e del otra parte a ojo han el mar,
- miran la huerta, espessa es e grand,
- alçan las manos pora Dios rogar
- d’esta ganançia, cómmo es buena e grand.
- Mio Çid e sus compañas tan a grand sabor están.
- El ivierno es exido, que el março quiere entrar.
- Dezirvos quiero nuevas de allent partes del mar,
- de aquel rey Yúçef que en Marruecos está.
- Pesól’ al rey de Marruecos de mio Çid don Rodrigo,
- –Que en mis heredades fuertemientre es metido,
- e él non ge lo gradeçe sinon a Jesucristo.–
- Aquel rey de Marruecos ajuntava sus virtos,
- con çinquaenta vezes mill de armas todos fueron conplidos,
- entraron sobre mar, en las barcas son metidos,
- van buscar a Valençia, a mio Çid don Rodrigo.
- Arribado an las naves, fuera eran exidos,
- llegaron a Valençia, la que mio Çid á conquista,
- fincaron las tiendas e posan las yentes descreídas.
- Estas nuevas a mio Çid eran venidas,
- –Grado al Criador e al Padre espirital,
- todo el bien que yo he, todo lo tengo delant,
- con afán gané a Valençia e éla por heredad,
- a menos de muert no la puedo dexar.
- Grado al Criador e a Santa María madre,
- mis fijas e mi mugier que las tengo acá.
- Venido m’es deliçio de tierras d’allent mar,
- entraré en las armas, non lo podré dexar,
- mis fijas e mi mugier verme an lidiar,
- en estas tierras agenas verán las moradas cómmo se fazen,
- afarto verán por los ojos cómmo se gana el pan.–
- Su mugier e sus fijas subiólas al alcáçar,
- alçavan los ojos, tiendas vieron fincadas,
- –¿Qué’s esto, Çid?, sí el Criador vos salve.–
- –Ya mugier ondrada, non ayades pesar,
- riqueza es que nos acreçe maravillosa e grand,
- á poco que viniestes, presend vos quieren dar,
- por casar son vuestras fijas, adúzenvos axuvar.–
- –A vós grado, Çid, e al Padre spirital.–
- –Mugier, sed en este palaçio e, si quisiéredes, en el alcáçar,
- non ayades pavor porque me veades lidiar,
- con la merçed de Dios e de Santa María madre,
- créçem’ el coraçón porque estades delant,
- con Dios aquesta lid yo la he de arrancar.–
- Fincadas son las tiendas e pareçen los alvores,
- a una grand priessa tañién los atamores,
- alegrávas’ mio Çid e dixo, –¡Tan buen día es oy!–
- Miedo á su mugier e quiérel’ quebrar el coraçón,
- assí fazié a las dueñas e a sus fijas amas a dos,
- del día que nasquieran non vieran tal tremor.
- Prísos’ a la barba el buen Çid Campeador,
- –Non ayades miedo, ca todo es vuestra pro,
- antes d’estos quinze días, si ploguiere al Criador,
- aquellos atamores a vós los pondrán delant e veredes quáles son,
- desí an a ser del obispo don Jerónimo,
- colgarlos han en Santa María, madre del Criador.–
- Vocaçión es que fizo el Çid Campeador.
- Alegres son las dueñas, perdiendo van el pavor.
- Los moros de Marruecos cavalgan a vigor,
- por las huertas adentro están sines pavor.
- Violo el atalaya e tanxo el esquila,
- prestas son las mesnadas de las yentes cristianas,
- adóbanse de coraçón e dan salto de la villa,
- dos’ fallan con los moros cometiénlos tan aína,
- sácanlos de las huertas mucho a fea guisa,
- quinientos mataron d’ellos conplidos en és día.
- Bien fata las tiendas dura aqueste alcaz,
- mucho avién fecho, piessan de cavalgar,
- Álbar Salvadórez preso fincó allá.
- Tornados son a mio Çid los que comién so pan,
- él se lo vio con los ojos, cuéntangelo delant,
- alegre es mio Çid, por quanto fecho han,
- –Oídme, cavalleros, non rastará por ál,
- oy es día bueno e mejor será cras,
- por la mañana prieta todos armados seades,
- dezirnos ha la missa e pensad de cavalgar,
- el obispo don Jerónimo soltura nos dará,
- irlos hemos ferir en el nombre del Criador e del apóstol Santi Yagüe,
- más vale que nós los vezcamos que ellos cojan el campo.–
- Essora dixieron todos, –¡D’amor e de voluntad!–
- Fablava Minaya, non lo quiso detardar,
- –Pues esso queredes, Çid, a mí mandades ál,
- dadme çiento e treinta cavalleros pora huebos de lidiar,
- quando vós los fuéredes ferir, entraré yo del otra part,
- o de amas o del una Dios nos valdrá.–
- Essora dixo el Çid, –¡De buena voluntad!–
- És día es salido e la noch entrada es,
- nos’ detardan de adobasse essas yentes cristianas.
- A los mediados gallos, antes de la mañana,
- el obispo don Jerónimo la missa les cantava,
- la missa dicha, grant sultura les dava,
- –El que aquí muriere lidiando de cara,
- préndol’ yo los pecados e Dios le abrá el alma.
- A vós, Çid don Rodrigo, en buen ora çinxiestes espada,
- yo vos canté la missa por aquesta mañana,
- pídovos un don e séam’ presentado,
- las feridas primeras que las aya yo otorgadas.–
- Dixo el Campeador, –Des aquí vos sean mandadas.–
- Salidos son todos armados por las torres de Valençia,
- mio Çid a los sos vassallos tan bien los acordando,
- dexan a las puertas omnes de grant recabdo.
- Dio salto mio Çid en Bavieca el so cavallo,
- de todas guarnizones muy bien es adobado.
- La seña sacan fuera, de Valençia dieron salto,
- quatro mill menos treinta con mio Çid van a cabo,
- a los çinquaenta mill vanlos ferir de grado,
- Álvar Álvarez e Álvar Salvadórez e Minaya Álbar Fáñez
- entráronles del otro cabo.
- Plogo al Criador e oviéronlos de arrancar.
- Mio Çid enpleó la lança, al espada metió mano,
- atantos mata de moros que non fueron contados,
- por el cobdo ayuso la sangre destellando.
- Al rey Yúçef tres colpes le ovo dados,
- saliós’le de so l’espada, ca mucho l’andido el cavallo,
- metiós’le en Gujera, un castiello palaçiano.
- Mio Çid el de Bivar fasta allí llegó en alcaz,
- con otros quel’ consiguen de sus buenos vassallos.
- Desd’allí se tornó el que en buen ora nasco,
- mucho era alegre de lo que an caçado,
- allí preçió a Bavieca de la cabeça fasta a cabo.
- Toda esta ganançia en su mano á rastado.
- Los çinquaenta mill por cuenta fueron notados,
- non escaparon más de çiento e quatro.
- Mesnadas de mio Çid robado an el canpo,
- entre oro e plata fallaron tres mill marcos,
- las otras ganançias non avía recabdo.
- Alegre era mio Çid e todos sos vassallos,
- que Dios les ovo merçed que vençieron el campo,
- quando al rey de Marruecos assí lo an arrancado.
- Dexó a Álbar Fáñez por saber todo recabdo,
- con çiento cavalleros a Valençia es entrado,
- fronzida trae la cara, que era desarmado,
- assí entró sobre Bavieca, el espada en la mano.
- Reçibiénlo las dueñas que lo están esperando,
- mio Çid fincó ant’ellas, tovo la rienda al cavallo,
- –A vós me omillo, dueñas, grant prez vos he gañado,
- vós teniendo Valençia e yo vençí el campo.
- Esto Dios se lo quiso con todos los sos santos,
- quando en vuestra venida tal ganançia nos an dada.
- ¿Vedes el espada sangrienta e sudiento el cavallo?
- Con tal cum esto se vençen moros del campo.
- Rogand al Criador que vos biva algúnt año,
- entraredes en prez e besarán vuestras manos.–
- Esto dixo mio Çid diçiendo del cavallo.
- Quandol’ vieron de pie, que era descavalgado,
- las dueñas e las fijas e la mugier que vale algo,
- delant el Campeador los inojos fincaron,
- –Somos en vuestra merçed e bivades muchos años.–
- En buelta con él entraron al palaçio
- e ivan posar con él en unos preçiosos escaños,
- –Ya mugier doña Ximena, ¿nom’ lo aviedes rogado?
- Estas dueñas que aduxiestes, que vos sirven tanto,
- quiérolas casar con de aquestos mios vassallos,
- a cada una d’ellas dóles dozientos marcos de plata,
- que lo sepan en Castiella a quién sirvieron tanto.
- Lo de vuestras fijas venirse á más por espaçio.–
- Levantáronse todas e besáronle las manos,
- grant fue el alegría que fue por el palaçio,
- commo lo dixo el Çid assí lo han acabado.
- Minaya Álbar Fáñez fuera era en el campo,
- con todas estas yentes escriviendo e contando,
- entre tiendas e armas e vestidos preçiados,
- tanto fallan d’esto que es cosa sobejana.
- Quiérovos dezir lo que es más granado,
- non pudieron ellos saber la cuenta de todos los cavallos,
- que andan arriados e non ha qui tomallos,
- los moros de las tierras ganado se an í algo.
- Maguer de todo esto, el Campeador contado,
- de los buenos e otorgados cayéronle mill e quinientos cavallos,
- quando a mio Çid cayeron tantos, los otros bien pueden fincar pagados.
- Tanta tienda preçiada e tanto tendal obrado,
- que á ganado mio Çid con todos sus vassallos.
- La tienda del rey de Marruecos, que de las otras es cabo,
- dos tendales la sufren, con oro son labrados,
- mandó mio Çid Ruy Díaz que fita soviesse la tienda
- e non la tolliesse dent cristiano,
- –Tal tienda commo ésta, que de Marruecos es passada,
- enbiarla quiero a Alfonso el castellano,–
- que croviesse sos nuevas de mio Çid, que avié algo.
- Con aquestas riquezas tantas a Valençia son entrados.
- El obispo don Jerónimo, caboso coronado,
- quando es farto de lidiar con amas las sus manos,
- non tiene en cuenta los moros que ha matados,
- lo que cayé a él mucho era sobejano.
- Mio Çid don Rodrigo, el que en buen ora nasco,
- de toda la su quinta el diezmo l’á mandado.
- Alegres son por Valençia las yentes cristianas,
- tantos avién de averes, de cavallos e de armas,
- alegre es doña Ximena e sus fijas amas
- e todas las otras dueñas que tienen por casadas.
- El bueno de mio Çid non lo tardó por nada,
- –¿Dó sodes, caboso? Venid acá, Minaya.
- De lo que a vós cayó vós non gradeçedes nada,
- d’esta mi quinta dígovos sin falla,
- prended lo que quisiéredes, lo otro remanga,
- e cras a la mañana irvos hedes sin falla
- con cavallos d’esta quinta que yo he ganada,
- con siellas e con frenos e con señas espadas,
- por amor de mi mugier e de mis fijas amas,
- por que assí las enbió dond’ellas son pagadas,
- estos dozientos cavallos irán en presentajas,
- que non diga mal el rey Alfonso del que Valençia manda.–
- Mandó a Pero Vermúez que fuesse con Minaya.
- Otro día mañana privado cavalgavan
- e dozientos omnes lievan en su conpaña
- con saludes del Çid, que las manos le besava,
- d’esta lid que ha arrancada , dozientos cavallos le enbiava en presentaja,
- –E servirlo he sienpre mientra que ovisse el alma.–
- Salidos son de Valençia e piensan de andar,
- tales ganançias traen que son a aguardar.
- Andan los días e las noches e passada han la sierra
- que las otras tierras parte.
- Por el rey don Alfonso tómanse a preguntar.
- Passando van las sierras e los montes e las aguas,
- llegan a Valladolid do el rey Alfonso estava,
- enviávanle mandado Pero Vermúez e Minaya
- que mandasse reçebir a esta conpaña,
- mio Çid el de Valençia enbía su presentaja.
- Alegre fue el rey, non viestes atanto,
- mandó cavalgar apriessa todos sos fijosdalgo,
- í en los primeros el rey fuera dio salto,
- a ver estos mensajes del que en buen ora nasco.
- Los ifantes de Carrión, sabet, í s’açertaron,
- e el conde don Garçía, so enemigo malo.
- A los unos plaze e a los otros va pesando.
- A ojo los avién los del que en buen ora nasco,
- cuédanse que es almofalla, ca non vienen con mandado,
- el rey don Alfonso seíse santiguando.
- Minaya e Per Vermúez adelant son llegados,
- firiéronse a tierra, deçendieron de los cavallos,
- ant’el rey Alfonso los inojos fincados,
- besan la tierra e los pies amos,
- –Merçed, rey Alfonso, sodes tan ondrado,
- por mio Çid el Campeador todo esto vos besamos,
- a vós llama por señor e tiénes’ por vuestro vassallo,
- mucho preçia la ondra el Çid que l’avedes dado.
- Pocos días ha, rey, que una lid á arrancado,
- a aquel rey de Marruecos, Yúçef por nombrado,
- con çinquaenta mill arrancólos del campo,
- las ganançias que fizo mucho son sobejanas,
- ricos son venidos todos los sos vassallos,
- e embíavos dozientos cavallos e bésavos las manos.–
- Dixo el rey don Alfonso, –Reçíbolos de grado.
- Gradéscolo a mio Çid, que tal don me ha enbiado,
- aún vea ora que de mí sea pagado.–
- Esto plogo a muchos e besáronle las manos.
- Pesó al conde don Garçía e mal era irado,
- con diez de sus parientes aparte davan salto,
- –Maravilla es del Çid, que su ondra creçe tanto,
- en la ondra que él ha nós seremos abiltados,
- por tan biltadamientre vençer reyes del campo,
- commo si los fallasse muertos aduzirse los cavallos,
- por esto que él faze nós avremos enbargo.–
- Fabló el rey don Alfonso e dixo esta razón,
- –Grado al Criador e al señor Sant Esidro el de León,
- estos dozientos cavallos que m’enbía mio Çid,
- mio reino adelant mejor me podrá servir.
- A vós, Minaya Álbar Fáñez, e a Pero Vermúez aquí
- mándovos los cuerpos ondradamientre servir e vestir
- e guarnirvos de todas armas commo vós dixiéredes aquí,
- que bien parescades ante Ruy Díaz mio Çid,
- dóvos tres cavallos e prendedlos aquí.
- Assí commo semeja e la veluntad me lo diz,
- todas estas nuevas a bien abrán de venir.–
- Besáronle las manos e entraron a posar,
- bien los mandó servir de quanto huebos han.
- De los ifantes de Carrión yo vos quiero contar,
- fablando en su consejo, aviendo su poridad,
- –Las nuevas del Çid mucho van adelant,
- demandemos sus fijas pora con ellas casar,
- creçremos en nuestra ondra e iremos adelant.–
- Vinién al rey Alfonso con esta poridad,
- –Merçed vos pedimos commo a rey e a señor natural.
- Con vuestro consejo lo queremos fer nós,
- que nos demandedes fijas del Campeador,
- casar queremos con ellas a su ondra e a nuestra pro.–
- Una grant ora el rey pensó e comidió,
- –Yo eché de tierra al buen Campeador,
- e faziendo yo a él mal e él a mí grand pro,
- del casamiento non sé si s’abrá sabor,
- mas, pues bós lo queredes, entremos en la razón.–
- A Minaya Álbar Fáñez e a Pero Vermúez
- el rey don Alfonso essora los llamó,
- a una quadra ele los apartó,
- –Oídme, Minaya, e vós, Per Vermúez,
- sirvem’ mio Çid el Campeador, él lo mereçe
- e de mí abrá perdón, viniéssem’ a vistas si oviesse dent sabor.
- Otros mandados ha en esta mi cort,
- Diego e Ferrando, los ifantes de Carrión,
- sabor han de casar con sus fijas amas a dos.
- Sed buenos mensageros e ruégovoslo yo
- que ge lo digades al buen Campeador,
- abrá í ondra e creçrá en onor
- por consagrar con los ifantes de Carrión.–
- Fabló Minaya e plogo a Per Vermúez,
- –Rogárgelo emos lo que dezides vós,
- después faga el Çid lo que oviere sabor.–
- –Dezid a Ruy Díaz, el que en buen ora nasco,
- que l’iré a vistas do fuere aguisado,
- do él dixiere, í sea el mojón,
- andarle quiero a mio Çid en toda pro.–
- Espidiénse al rey, con esto tornados son,
- van pora Valençia ellos e todos los sos.
- Quando lo sopo el buen Campeador,
- apriessa cavalga, a reçebirlos salió,
- sonrisós’ mio Çid e bien los abraçó,
- –Venides Minaya, e vos, Pero Vermúez,
- en pocas tierras á tales dos varones.
- ¿Cómmo son las saludes de Alfonso mio señor?,
- ¿si es pagado o reçibió el don?–
- Dixo Minaya, –D’alma e de coraçón
- es pagado e davos su amor.–
- Dixo mio Çid, –Grado al Criador.–
- Esto diziendo, conpieçan la razón,
- lo quel’ rogava Alfonso el de León
- de dar sus fijas a los ifantes de Carrión,
- quel’ coñosçié í ondra e creçié en onor,
- que ge lo consejava d’alma e de coraçón.
- Quando lo oyó mio Çid el buen Campeador,
- una grand ora pensó e comidió,
- –Esto gradesco a Cristus el mio señor.
- Echado fu de tierra, é tollida la onor,
- con grand afán gané lo que he yo.
- A Dios lo gradesco que del rey he su graçia
- e pídenme mis fijas pora los ifantes de Carrión.
- Ellos son mucho urgullosos e an part en la cort,
- d’este casamiento non avría sabor,
- mas pues lo conseja el que más vale que nós,
- fablemos en ello, en la poridad seamos nós.
- Afé Dios del çielo que nos acuerde en lo mijor.–
- –Con todo esto a vós dixo Alfonso
- que vos vernié a vistas do oviéssedes sabor,
- querervos ie ver e darvos su amor,
- acordarvos iedes después a todo lo mejor.–
- Essora dixo el Çid, –Plazme de coraçón.–
- –Estas vistas ó las ayades vós,
- –dixo Minaya– vós sed sabidor.–
- –Non era maravilla, si quisiesse el rey Alfonso,
- fasta do lo fallássemos buscarlo iremos nós,
- por darle grand ondra commo a rey de tierra,
- mas lo que él quisiere, esso queramos nós.
- Sobre Tajo, que es una agua cabdal,
- ayamos vistas quando lo quiere mio señor.–
- Escrivién cartas, bien las selló,
- con dos cavalleros luego las enbió,
- lo que el rey quisiere esso ferá el Campeador.
- Al rey ondrado delant le echaron las cartas,
- quando las vio, de coraçón se paga,
- –Saludadme a mio Çid, el que en buen ora çinxo espada.
- Sean las vistas d’estas tres semanas,
- si yo bivo só, allí iré sin falla.–
- Non lo detardan, a mio Çid se tornavan.
- D’ella part e d’ella pora las vistas se adobavan,
- ¿quién vio por Castiella tanta mula preçiada
- e tanto palafré que bien anda,
- cavallos gruessos e corredores sin falla,
- tanto buen pendón meter en buenas astas,
- escudos boclados con oro e con plata,
- mantos e pielles e buenos çendales d’Adria?
- Conduchos largos el rey enbiar mandava
- a las aguas de Tajo, o las vistas son aparejadas.
- Con el rey á tantas buenas conpañas,
- los ifantes de Carrión mucho alegres andan,
- lo uno adebdan e lo otro pagavan,
- commo ellos tenién, creçerles ía la ganançia,
- quantos quisiessen averes d’oro o de plata.
- El rey don Alfonso apriessa cavalgava,
- cuendes e podestades e muy grandes mesnadas.
- Los ifantes de Carrión lievan grandes conpañas.
- Con el rey van leoneses e mesnadas galizianas,
- non son en cuenta, sabet, las castellanas,
- sueltan las riendas, a las vistas se van adeliñadas.
- Dentro en Valençia mio Çid el Campeador
- non lo detarda, pora las vistas se adobó,
- tanta gruessa mula e tanto palafré de sazón,
- tanta buena arma e tanto buen cavallo corredor,
- tanta buena capa e mantos e pelliçones,
- chicos e grandes vestidos son de colores.
- Minaya Álbar Fáñez e aquel Pero Vermúez,
- Martín Muñoz e Martín Antolínez, el burgalés de pro,
- el obispo don Jerónimo, coranado mejor,
- Álvar Álvarez e Álvar Salvadórez,
- Muño Gustioz, el cavallero de pro,
- Galind Garçíaz, el que fue de Aragón,
- éstos se adoban por ir con el Campeador
- e todos los otros que í son.
- Álvar Salvadórez e Galind Garçíaz el de Aragón,
- a aquestos dos mandó el Campeador que curien a Valençia
- d’alma e de coraçón, e todos los que en poder d’éssos fossen.
- Las puertas del alcáçar que non se abriessen de día nin de noch.
- Dentro es su mugier e sus fijas amas a dos,
- en que tiene su alma e su coraçón,
- e otras dueñas que las sirven a su sabor.
- Recabdado ha, commo tan buen varón,
- que del alcáçar una salir non puede
- fata ques’ torne el que en buen ora nasco.
- Salién de Valençia, aguijan e espolonavan,
- tantos cavallos en diestro, gruessos e corredores,
- mio Çid se los gañara, que non ge los dieran en don.
- Yas’ va pora las vistas que con el rey paró.
- De un día es legado antes el rey don Alfonso,
- quando vieron que vinié el buen Campeador,
- reçebirlo salen con tan grand onor.
- Don lo ovo a ojo el que en buen ora nasco,
- a todos los sos estar los mandó,
- sinon a estos cavalleros que querié de coraçón.
- Con unos quinze a tiérras’ firió,
- commo lo comidía el que en buen ora naçió,
- los inojos e las manos en tierra los fincó,
- las yerbas del campo a dientes las tomó,
- llorando de los ojos, tanto avié el gozo mayor,
- assí sabe dar omildança a Alfonso so señor.
- De aquesta guisa a los pies le cayó,
- tan grand pesar ovo el rey don Alfonso,
- –Levantados en pie, ya Çid Campeador,
- besad las manos, ca los pies no,
- si esto non feches, non avredes mi amor.–
- Hinojos fitos sedié el Campeador,
- –Merçed vos pido a vós, mio natural señor,
- assí estando dédesme vuestra amor, que lo oyan quantos aquí son.–
- Dixo el rey, –Esto feré d’alma e de coraçón.
- Aquí vos perdono e dóvos mi amor
- e en todo mio reino parte desde oy.–
- Fabló mio Çid e dixo –Merçed, yo lo reçibo, don Alfonso, mio señor.
- Gradéscolo a Dios del çielo e después a vós
- e a estas mesnadas que están aderredor.–
- Hinojos fitos, las manos le besó,
- levós’ en pie e en la bócal’ saludó.
- Todos los demás d’esto avién sabor,
- pesó a Álbar Díaz e a Garçí Ordóñez.
- Fabló mio Çid e dixo esta razón, –Esto gradesco al Criador,
- quando he la graçia de don Alfonso mio señor,
- valerme á Dios de día e de noch.
- Fuéssedes mi huésped, si vos ploguiesse, señor.–
- Dixo el rey, –Non es aguisado oy,
- vós agora llegastes e nós viniemos anoch,
- mio huésped seredes, Çid Campeador,
- e cras feremos lo que ploguiere a vós.–
- Besóle la mano, mio Çid lo otorgó.
- Essora se le omillan los ifantes de Carrión,
- –Omillámosnos, Çid, en buen ora nasquiestes vós,
- en quanto podemos andamos en vuestro pro.–
- Respuso mio Çid, –Assí lo mande el Criador.–
- Mio Çid Ruy Díaz que en ora buena nasco,
- en aquel día del rey so huésped fue,
- non se puede fartar d’él, tántol’ querié de coraçón,
- catándol’ sedié la barba, que tan aínal’ creçiera.
- Maravíllanse de mio Çid quantos que í son.
- És día es passado e entrada es la noch,
- otro día mañana claro salié el sol.
- El Campeador a los sos lo mandó
- que adobassen cozina pora quantos que í son.
- De tal guisa los paga mio Çid el Campeador,
- todos eran alegres e acuerdan en una razón,
- passado avié tres años no comieran mejor.
- Al otro día mañana, assí commo salió el sol,
- el obispo don Jerónimo la missa cantó.
- Al salir de la missa todos juntados son,
- non lo tardó el rey, la razón conpeçó,
- –Oídme, las escuelas, cuendes e ifançones,
- cometer quiero un ruego a mio Çid el Campeador,
- assí lo mande Cristus que sea a so pro,
- vuestras fijas vos pido, don Elvira e doña Sol,
- que las dedes por mugieres a los ifantes de Carrión.
- Seméjam’ el casamiento ondrado e con grant pro,
- ellos vos las piden e mándovoslo yo.
- D’ella e d’ella parte quantos que aquí son,
- los mios e los vuestros, que sean rogadores,
- dándoslas, mio Çid, sí vos vala el Criador.–
- –Non abría fijas de casar, –respuso el Campeador–,
- ca non han grant edad e de días pequeñas son.
- De grandes nuevas son los ifantes de Carrión,
- perteneçen pora mis fijas e aun pora mejores.
- Yo las engendré amas e criásteslas vós,
- entre yo y ellas en vuestra merçed somos nós,
- aféllas en vuestra mano don Elvira e doña Sol,
- dadlas a qui quisiéredes vós, ca yo pagado só.–
- –Graçias, –dixo el rey– a vós e a tod esta cort.–
- Luego se levantaron los ifantes de Carrión,
- ban besar las manos al que en ora buena naçió,
- camearon las espadas ant’el rey don Alfonso.
- Fabló el rey don Alfonso, commo tan buen señor,
- –Grado e graçias, Çid, commo tan bueno e primero al Criador,
- quem’ dades vuestras fijas pora los ifantes de Carrión.
- D’aquí las prendo por mis manos a don Elvira e doña Sol
- e dólas por veladas a los ifantes de Carrión.
- Yo las caso a vuestras fijas con vuestro amor,
- al Criador plega que ayades ende sabor.
- Aféllos en vuestras manos los ifantes de Carrión,
- ellos vayan convusco, ca d’aquén me torno yo.
- Trezientos marcos de plata en ayuda les dó yo,
- que metan en sus bodas o do quisiéredes vós,
- pues fueren en vuestro poder en Valençia la mayor,
- los yernos e las fijas todos vuestros fijos son,
- lo que vos ploguiere d’ellos fet, Campeador.–
- Mio Çid ge los reçibe, las manos le besó,
- –Mucho vos lo gradesco commo a rey e a señor,
- vós casades mis fijas, ca non ge las dó yo.–
- Las palabras son puestas que otro día mañana,
- quando saliesse el sol, ques’ tornasse cada uno don salidos son.
- Aquís’ metió en nuevas mio Çid el Campeador,
- tanta gruessa mula e tanto palafré de sazón,
- conpeçó mio Çid a dar a quien quiere prender so don,
- tantas buenas vestiduras que d’alfaya son,
- cada uno lo que pide nadi nol’ dize de no.
- Mio Çid de los cavallos sessaenta dio en don.
- Todos son pagados de las vistas quantos que í son,
- partirse quieren, que entrada era la noch.
- El rey a los ifantes a las manos les tomó,
- metiólos en poder de mio Çid el Campeador,
- –Evad aquí vuestros fijos, quando vuestros yernos son,
- oy de más sabed qué fer d’ellos, Campeador.–
- –Gradéscolo, rey, e prendo vuestro don,
- Dios que está en çielo dém’ dent buen galardón.–
- Sobr’el so cavallo Bavieca mio Çid salto dava,
- –Aquí lo digo ante mio señor el rey Alfonso,
- qui quiere ir comigo a las bodas o reçebir mi don,
- d’aquend vaya comigo, cuedo que l’avrá pro.
- Yo vos pido merçed a vós, rey natural,
- pues que casades mis fijas assí commo a vós plaz,
- dad manero a qui las dé quando vós las tomades,
- non ge las daré yo con mi mano nin dend non se alabarán.–
- Respondió el rey, –Afé aquí Álbar Fáñez,
- prendellas con vuestras manos e daldas a los ifantes,
- assí commo yo las prendo d’aquent commo si fosse delant,
- sed padrino d’ellos a tod el velar,
- quando vos juntáredes comigo quem’ digades la verdat.–
- Dixo Álbar Fáñez, –Señor, afé que me plaz.–
- Tod esto es puesto, sabed, en grant recabdo.
- –Ya, rey don Alfonso, señor tan ondrado,
- d’estas vistas que oviemos, de mí tomedes algo,
- tráyovos veinte palafrés, éstos bien adobados,
- e treinta cavallos corredores, éstos bien ensellados,
- tomad aquesto e beso vuestras manos.–
- Dixo el rey don Alfonso, –Mucho me avedes enbargado.
- Reçibo este don que me avedes mandado.
- Plega al Criador con todos los sos santos, este plazer
- quem’ feches que bien sea galardonado.
- Mio Çid Ruy Díaz, mucho me avedes ondrado,
- de vós bien só servido e téngon’ por pagado,
- aún bivo seyendo de mí ayades algo.
- A Dios vos acomiendo, d’estas vistas me parto.
- Afé Dios del çielo que lo ponga en buen logar.–
- Ya s’espidió mio Çid de so señor Alfonso,
- non quiere que l’escurra, quitól’ dessí luego.
- Veriedes cavalleros que bien andantes son,
- besar las manos e espedirse del rey Alfonso.
- –Merçed vos sea e fazednos este perdón,
- iremos en poder de mio Çid a Valençia la mayor,
- seremos a las bodas de los ifantes de Carrión
- e de las fijas de mio Çid, de don Elvira e doña Sol.–
- Esto plogo al rey e a todos los soltó,
- la conpaña del Çid creçe e la del rey mengó,
- grandes son las yentes que van con el Canpeador,
- adeliñan pora Valençia, la que en buen punto ganó.
- E a don Fernando e a don Diego aguardarlos mandó
- a Pero Vermúez e Muño Gustioz,
- en casa de mio Çid non á dos mejores,
- que sopiessen sos mañas de los ifantes de Carrión.
- E va í Assur Gonçález, que era bullidor,
- que es largo de lengua, mas en lo ál non es tan pro.
- Grant ondra les dan a los ifantes de Carrión.
- Afelos en Valençia la que mio Çid gañó,
- quando a ella assomaron los gozos son mayores.
- Dixo mio Çid a don Pero e a Muño Gustioz,
- –Dadles un reyal a los ifantes de Carrión,
- vós con ellos sed, que assí vos lo mando yo.
- Quando viniere la mañana, que apuntare el sol,
- verán a sus esposas a don Elvira e a doña Sol.–
- Todos essa noch fueron a sus posadas,
- mio Çid el Campeador al alcáçar entrava,
- reçibiólo doña Ximena e sus fijas amas,
- –Venides, Campeador, en buena ora çinxiestes espada,
- muchos días vos veamos con los ojos de las caras.–
- –Grado al Criador, vengo, mugier ondrada,
- yernos vos adugo de que avremos ondrança,
- gradídmelo, mis fijas, ca bien vos he casadas.–
- Besáronle las manos la mugier e las fijas amas
- e todas las dueñas que las sirven,
- –Grado al Criador e a vós, Çid, barba vellida,
- todo lo que vós feches es de buena guisa,
- non serán menguadas en todos vuestros días.–
- –Quando vós nos casáredes bien seremos ricas.–
- –Mugier doña Ximena, grado al Criador,
- a vós digo, mis fijas, don Elvira e doña Sol,
- d’este vuestro casamiento creçremos en onor,
- mas bien sabet verdad, que non lo levanté yo,
- pedidas vos ha e rogadas el mio señor Alfonso
- atán firmemientre e de todo coraçón
- que yo nulla cosa nol’ sope dezir de no.
- Metívos en sus manos, fijas amas a dos,
- bien me lo creades que él vos casa, ca non yo.–
- Pensaron de adobar essora el palaçio,
- por el suelo e suso tan bien encortinado,
- tanta pórpola e tanto xamed e tanto paño preçiado,
- sabor abriedes de ser e de comer en el palaçio.
- Todos sus cavalleros apriessa son juntados,
- por los ifantes de Carrión essora enbiaron,
- cavalgan los ifantes adelant, adeliñavan al palaçio
- con buenas vestiduras e fuertemientre adobados,
- de pie e a sabor, ¡Dios, qué quedos entraron!
- Reçibiólos mio Çid con todos sus vassallos,
- a él e a su mugier delant se les omillaron,
- e ivan posar en un preçioso escaño.
- Todos los de mio Çid tan bien son acordados,
- están parando mientes al que en buen ora nasco.
- El Campeador en pie es levantado,
- –Pues que a fazer lo avemos, ¿por qué lo imos tardando?
- Venit acá, Álbar Fáñez, el que yo quiero e amo,
- afé amas mis fijas métolas en vuestra mano,
- sabedes que al rey assí ge lo he mandado,
- no lo quiero fallir por nada de quanto á í parado,
- a los ifantes de Carrión dadlas con vuestra mano,
- e prendan bendiçiones e vayamos recabdando.–
- Estoz dixo Minaya, –Esto faré yo de grado.–
- Levántanse derechas e metiógelas en mano,
- a los ifantes de Carrión Minaya va fablando,
- –Afevos delant Minaya, amos sodes hermanos,
- por mano del rey Alfonso que a mí lo ovo mandado,
- dóvos estas dueñas, amas son fijasdalgo,
- que las tomássedes por mugieres a ondra e a recabdo.–
- Amos las reçiben d’amor e de grado,
- a mio Çid e a su mugier van besar las manos.
- Quando ovieron aquesto fecho, salieron del palaçio,
- pora Santa María apriessa adeliñando.
- El obispo don Jerónimo vistiós’ tan privado,
- a la puerta de la ecclegia sediéllos sperando,
- dioles bendictiones, la missa á cantado.
- Al salir de la eclegia cavalgaron tan privado,
- a la glera de Valençia fuera dieron salto,
- ¡Dios, qué bien tovieron armas el Çid e sus vassallos!
- Tres cavallos cameó el que en buen ora nasco,
- mio Çid de lo que veyé mucho era pagado,
- los ifantes de Carrión bien an cavalgado.
- Tórnanse con las dueñas, a Valençia an entrado,
- ricas fueron las bodas en el alcáçar ondrado,
- e al otro día fizo mio Çid fincar siete tablados,
- antes que entrassen a jantar todos los quebrantaron.
- Quinze días conplidos duraron en las bodas,
- ya çerca de los quinze días yas’ van los fijosdalgo.
- Mio Çid don Rodrigo, el que en buen ora nasco,
- entre palafrés e mulas e corredores cavallos,
- en bestias sines ál ciento son mandados,
- mantos e pelliçones e otros vestidos largos,
- non fueron en cuenta los averes monedados.
- Los vassallos de mio Çid assí son acordados,
- cada uno por sí sos dones avién dados.
- Qui aver quiere prender bien era abastado,
- ricos tornan a Castiella los que a las bodas llegaron.
- Ya s’ivan partiendo aquestos ospedados,
- espidiéndos’ de Ruy Díaz, el que en buen ora nasco,
- e a todas las dueñas e a los fijosdalgo,
- por pagados se parten de mio Çid e de sus vassallos,
- grant bien dizen d’ellos ca será aguisado.
- Mucho eran alegres Diego e Ferrando,
- estos fueron fijos del conde don Gonçalo.
- Venidos son a Castiella aquestos ospedados,
- el Çid e sos yernos en Valençia son rastados.
- Í moran los ifantes bien çerca de dos años,
- los amores que les fazen mucho eran sobejanos,
- alegre era el Çid e todos sus vassallos.
- Plega a Santa María e al Padre Santo
- ques’ pague d’és casamiento mio Çid o el que lo ovo a algo.
- Las coplas d’este cantar aquís’ van acabando,
- el Criador vos vala con todos los sos santos.
- En Valençia seí mio Çid con todos sus vassallos,
- con él amos sus yernos, los ifantes de Carrión.
- Yaziés’ en un escaño, durmié el Campeador,
- mala sobrevienta, sabed, que les cuntió,
- saliós’ de la red e desatós’ el león.
- En grant miedo se vieron por medio de la cort,
- enbraçan los mantos los del Campeador,
- e çercan el escaño e fincan sobre so señor.
- Ferrán Gonçález non vio allí dó s’alçasse, nin cámara abierta nin torre,
- metiós’ so’l escaño, tanto ovo el pavor,
- Diego Gonçález por la puerta salió,
- diziendo de la boca, –¡Non veré Carrión!–
- Tras una viga lagar metiós’ con grant pavor,
- el manto e el brial todo suzio lo sacó.
- En esto despertó el que en buen ora naçió,
- vio çercado el escaño de sus buenos varones,
- –¿Qué’s esto, mesnadas, o qué queredes vós?–
- –Ya señor ondrado, rebata nos dio el león.–
- Mio Çid fincó el cobdo, en pie se levantó,
- el manto trae al cuello e adeliñó pora’l león.
- El león, quando lo vio, assí envergonçó,
- ante mio Çid la cabeça premió e el rostro fincó.
- Mio Çid don Rodrigo al cuello lo tomó,
- e liévalo adestrando, en la red le metió.
- A maravilla lo han quantos que í son
- e tornáronse al palaçio pora la cort.
- Mio Çid por sos yernos demandó e no los falló,
- maguer los están llamando, ninguno non responde.
- Quando los fallaron e ellos vinieron, assí vinieron sin color,
- non viestes tal juego commo iva por la cort,
- mandólo vedar mio Çid el Campeador.
- Múchos’ tovieron por enbaídos los ifantes de Carrión,
- fiera cosa les pesa d’esto que les cuntió.
- Ellos en esto estando, don avién grant pesar,
- fuerças de Marruecos Valençia vienen çercar,
- çinquaenta mill tiendas fincadas ha de las cabdales,
- aquéste era el rey Búcar, si l’oviestes contar.
- Alegrávas’ el Çid e todos sus varones,
- que les creçe la ganançia, grado al Criador,
- mas, sabed, de cuer les pesa a los ifantes de Carrión,
- ca veyén tantas tiendas de moros de que non avién sabor.
- Amos hermanos apart salidos son,
- –Catamos la ganançia e la pérdida no.
- Ya en esta batalla a entrar abremos nós,
- esto es aguisado por non ver Carrión,
- bibdas remandrán fijas del Campeador.–
- Oyó la poridad aquel Muño Gustioz,
- vino con estas nuevas a mio Çid Ruy Díaz el Canpeador,
- –Evades qué pavor han vuestros yernos, tan osados son,
- por entrar en batalla dessean Carrión.
- Idlos conortar, sí vos vala el Criador,
- que sean en paz e non ayan í raçión.
- Nós convusco la vençremos e valernos ha el Criador.–
- Mio Çid don Rodrigo sonrisando salió,
- –Dios vos salve, yernos, ifantes de Carrión.
- En braços tenedes mis fijas tan blancas commo el sol,
- yo desseo lides e vós a Carrión,
- en Valençia folgad a todo vuestro sabor,
- ca d’aquellos moros yo só sabidor,
- arrancármelos trevo con la merçed del Criador.–
- –Aún vea el ora que vos meresca dos tanto.–
- En una conpaña tornados son amos,
- assí lo otorga don Pero cuemo se alaba Ferrando,
- plogo a mio Çid e a todos sos vassallos,
- –Aún, si Dios quisiere e el Padre que está en alto,
- amos los mios yernos buenos serán en canpo.–
- Esto van diziendo e las yentes se allegando,
- en la hueste de los moros los atamores sonando,
- a maravilla lo avién muchos d’essos cristianos,
- ca nunqua lo vieran, ca nuevos son llegados.
- Más se maravillan entre Diego e Ferrando,
- por la su voluntad non serién allí llegados.
- Oíd lo que fabló el que en buen ora nasco,
- –Ala, Pero Vermúez, el mio sobrino caro,
- cúriesme a Diego e cúriesme a don Fernando,
- mios yernos amos a dos, la cosa que mucho amo,
- ca los moros, con Dios, non fincarán en canpo.–
- –Yo vos digo, Çid, por toda caridad,
- que oy los ifantes a mí por amo non abrán,
- cúrielos quiquier, ca d’ellos poco m’incal,
- yo con los mios ferir quiero delant,
- vós con los vuestros firmemientre a la çaga tengades,
- si cueta fuere, bien me podredes uviar.–
- Aquí llegó Minaya Álbar Fáñez, –Oíd, ya Çid, Canpeador leal,
- esta batalla el Criador la ferá,
- e vós tan diño que con él avedes part,
- mandádnoslos ferir de qual part vos semejar.
- El debdo que á cada uno a conplir será,
- verlo hemos con Dios e con la vuestra auze.–
- Dixo mio Çid, –Ayamos más de vagar.–
- Afevos el obispo don Jerónimo muy bien armado,
- parávas’ delant al Campeador, siempre con la buen auze,
- –Oy vos dix la missa de Santa Trinidade,
- por esso salí de mi tierra e vinvos buscar,
- por sabor que avía de algún moro matar,
- mi orden e mis manos querríalas ondrar,
- e a estas feridas yo quiero ir delant.
- Pendón trayo a corças e armas de señal,
- si ploguiesse a Dios querríalas ensayar,
- mio coraçón que pudiesse folgar
- e vós, mio Çid, de mí más vos pagar.
- Si este amor non’ feches, yo de vós me quiero quitar.–
- Essora dixo mio Çid, –Lo que vós queredes plazme.
- Afé los moros a ojo, idlos ensayar,
- nós d’aquent veremos cómmo lidia el abbat.–
- El obispo don Jerónimo priso a espolonada,
- e ívalos ferir a cabo del albergada.
- Por la su ventura e Dios que l’amava,
- a los primeros colpes dos moros matava de la lança,
- el astil á quebrado e metió mano al espada,
- ensayávas’ el obispo, ¡Dios, qué bien lidiava!
- Dos mató con lança e çinco con el espada,
- los moros son muchos, derredor le çercavan,
- dávanle grandes colpes mas nol’ falsan las armas.
- El que en buen ora nasco los ojos le fincava,
- enbraçó el escudo e abaxó el asta,
- aguijó a Bavieca, el cavallo que bien anda,
- ívalos ferir de coraçón e de alma.
- En las azes primeras el Campeador entrava,
- abatió a siete e a quatro matava.
- Plogo a Dios, aquésta fue el arrancada.
- Mio Çid con los suyos cae en alcança,
- veriedes quebrar tantas cuerdas e arrancarse las estacas
- e acostarse los tendales, con huebras eran tantas.
- Los de mio Çid a los de Búcar de las tiendas los sacan,
- sácanlos de las tiendas, cáenlos en alcaz,
- tanto braço con loriga veriedes caer apart,
- tantas cabeças con yelmos que por el campo caen,
- cavallos sin dueños salir a todas partes,
- siete migeros conplidos duró el segudar.
- Mio Çid al rey Búcar cayól’ en alcaz,
- –¡Acá torna Búcar! Venist d’allent mar,
- verte as con el Çid, el de la barba grant,
- saludarnos hemos amos e tajaremos amistad.–
- Respuso Búcar al Çid, –¡Cofonda Dios tal amistad!
- El espada tienes desnuda en la mano e véot’ aguijar,
- assí commo semeja en mí la quieres ensayar,
- mas si el cavallo non estropieça o comigo non caye,
- non te juntarás comigo fata dentro en la mar.–
- Aquí respuso mio Çid, –Esto non será verdad.–
- Buen cavallo tiene Búcar e grandes saltos faz,
- mas Bavieca, el de mio Çid, alcançándolo va.
- Alcançólo el Çid a Búcar a tres braças del mar,
- arriba alçó Colada, un grant colpe dádol’ ha,
- las carbonclas del yelmo tollidas ge las ha,
- cortól’ el yelmo e, librado todo lo ál,
- fata la çintura el espada llegado ha.
- Mató a Búcar, al rey de allén mar
- e ganó a Tizón, que mill marcos d’oro val.
- Vençió la batalla maravillosa e grant,
- aquí s’ondró mio Çid e quantos con él son.
- Con estas ganançias ya s’ivan tornando,
- sabet, todos de firme robavan el campo.
- A las tiendas eran llegados, do estava
- el que en buen ora nasco.
- Mio Çid Ruy Díaz, el Campeador contado,
- con dos espadas que él preçiava algo,
- por la matança vinía tan privado,
- la cara fronzida e almófar soltado,
- cofia sobre los pelos, fronzida d’ella ya quanto.
- Algo vié mio Çid de lo que era pagado,
- alçó sos ojos, esteva adelant catando
- e vio venir a Diego e a Fernando,
- amos son fijos del conde don Gonçalo.
- Alegrós’ mio Çid, fermoso sonrisando,
- –Venides, mios yernos, mios fijos sodes amos,
- sé que de lidiar bien sodes pagados,
- a Carrión de vós irán buenos mandados,
- cómmo al rey Búcar avemos arrancado.
- Commo yo fío por Dios e en todos los sos santos,
- d’esta arrancada nós iremos pagados.–
- Minaya Álbar Fáñez essora es llegado,
- el escudo trae al cuello e todo espadado,
- de los colpes de las lanças non avié recabdo,
- aquellos que ge los dieran non ge lo avién logrado.
- Por el cobdo ayuso la sangre destellando,
- de veinte arriba ha moros matado,
- de todas partes sos vassallos van llegando,
- –Grado a Dios e al Padre que está en alto,
- e a vós, Çid, que en buen ora fuestes nado,
- matastes a Búcar e arrancamos el canpo,
- todos estos bienes de vós son e de vuestros vassallos,
- e vuestros yernos aquí son ensayados,
- fartos de lidiar con moros en el campo.–
- Dixo mio Çid, –Yo d’esto só pagado,
- quando agora son buenos adelant serán preçiados.–
- Por bien lo dixo el Çid, mas ellos lo tovieron a mal.
- Todas las ganançias a Valençia son llegadas,
- alegre es mio Çid con todas sus conpañas,
- que a la raçión cayé seisçientos marcos de plata.
- Los yernos de mio Çid quando este aver tomaron
- d’esta arrancada, que lo tenién en so salvo,
- cuidaron que en sus días nunqua serién minguados.
- Fueron en Valençia muy bien arreados,
- conduchos a sazones, buenas pieles e buenos mantos,
- mucho son alegres mio Çid e sus vassallos.
- Grant fue el día en la cort del Campeador,
- después que esta batalla vençieron e al rey Búcar mató,
- alçó la mano, a la barba se tomó,
- –Grado a Cristus, que del mundo es señor,
- quando veo lo que avía sabor,
- que lidiaran comigo en campo mios yernos amos a dos,
- mandados buenos irán d’ellos a Carrión,
- cómmo son ondrados e avervos han grant pro.
- Sobejanas son las ganançias que todos an ganadas,
- lo uno es nuestro lo otro han en salvo.–
- Mandó mio Çid, el que en buen ora nasco,
- d’esta batalla que han arrancado
- que todos prisiessen so derecho contado,
- e la su quinta non fuesse olbidado.
- Assí lo fazen todos, ca eran acordados,
- cayéronle en quinta al Çid seixçientos cavallos
- e otras azémilas e camellos largos,
- tantos son de muchos que non serién contados.
- Todas estas ganançias fizo el Canpeador,
- –Grado a Dios que del mundo es señor,
- antes fu minguado, agora rico só,
- que he aver e tierra e oro e onor,
- e son mios yernos ifantes de Carrión.
- Arranco las lides commo plaze al Criador,
- moros e cristianos de mí han grant pavor,
- allá dentro en Marruecos, o las mezquitas son,
- que abrán de mí salto quiçab alguna noch
- ellos lo temen, ca non lo piesso yo,
- no los iré buscar, en Valençia seré yo,
- ellos me darán parias con ajuda del Criador,
- que paguen a mí o a qui yo ovier sabor.–
- Grandes son los gozos en Valençia con mio Çid el Canpeador,
- de todas sus compañas e de todos sus vassallos,
- grandes son los gozos de sus yernos amos a dos,
- d’aquesta arrancada que lidiaron de coraçón,
- valía de çinco mill marcos ganaron amos a dos,
- múchos’ tienen por ricos los ifantes de Carrión.
- Ellos con los otros vinieron a la cort,
- aquí está con mio Çid el obispo don Jerónimo,
- el bueno de Álbar Fáñez, cavallero lidiador,
- e otros muchos que crió el Campeador.
- Quando entraron los ifantes de Carrión,
- reçibiólos Minaya por mio Çid el Campeador,
- –Acá venid, cuñados, que más valemos por vós.–
- Assí commo llegaron, pagós’ el Campeador,
- –Evades aquí, yernos, la mi mugier de pro
- e amas las mis fijas, don Elvira e doña Sol,
- bien vos abraçen e sírvanvos de coraçón.
- Vençiemos moros en campo e matamos
- a aquel rey Búcar, traidor provado.
- Grado a Santa María, madre del nuestro señor Dios,
- d’estos nuestros casamientos vós abredes honor,
- buenos mandados irán a tierras de Carrión.–
- A estas palabras fabló Ferrán Gonçález,
- –Grado al Criador e a vós, Çid ondrado,
- tantos avemos de averes que no son contados,
- por vós avemos ondra e avemos lidiado,
- pensad de lo otro, que lo nuestro tenémoslo en salvo.–
- Vassallos de mio Çid seyénse sonrisando,
- quién lidiara mejor o quién fuera en alcanço,
- mas non fallavan í a Diego ni a Ferrando.
- Por aquestos juegos que ivan levantando
- e las noches e los días tan mal los escarmentando,
- tan mal se consejaron estos ifantes amos.
- Amos salieron apart, veramientre son hermanos,
- d’esto que ellos fablaron nós parte non ayamos,
- –Vayamos pora Carrión, aquí mucho detardamos,
- los averes que tenemos grandes son e sobejanos,
- mientra que visquiéremos despender no lo podremos.
- Pidamos nuestras mugieres al Çid Campeador,
- digamos que las levaremos a tierras de Carrión,
- e enseñarlas hemos dó las heredades son.
- Sacarlas hemos de Valençia, de poder del Campeador,
- después en la carrera feremos nuestro sabor,
- ante que nos retrayan lo que cuntió del león.
- Nós de natura somos de condes de Carrión,
- averes levaremos grandes que valen grant valor,
- escarniremos las fijas del Canpeador,
- d’aquestos averes sienpre seremos ricos omnes,
- podremos casar con fijas de reyes o de enperadores,
- ca de natura somos de condes de Carrión.
- Assí las escarniremos a las fijas del Campeador,
- antes que nos retrayan lo que fue del león.–
- Con aqueste consejo amos tornados son,
- fabló Ferrán Gonçález e fizo callar la cort,
- –Sí vos vala el Criador, Çid Campeador,
- que plega a doña Ximena e primero a vós
- e a Minaya Álbar Fáñez e a quantos aquí son,
- dadnos nuestras mugieres que avemos a bendiçiones,
- levarlas hemos a nuestras tierras de Carrión,
- meterlas hemos en las villas
- que les diemos por arras e por onores,
- verán vuestras fijas lo que avemos nós,
- los fijos que oviéremos en qué avrán partiçión.–
- Dixo el Campeador, –Darvos he mis fijas e algo de lo mio,–
- el Çid, que nos’curiava de assí ser afontado,
- –Vós les diestes villas e tierras por arras en tierras de Carrión,
- yo quiéroles dar axuvar tres mill marcos de plata,
- darvos é mulas e palafrés muy gruessos de sazón,
- cavallos pora en diestro, fuertes e corredores,
- e muchas vestiduras de paños de çiclatones.
- Darvos he dos espadas, a Colada e a Tizón,
- bien lo sabedes vós que las gané a guisa de varón.
- Mios fijos sodes amos, quando mis fijas vos dó,
- allá me levades las telas del coraçón.
- Que lo sepan en Gallizia e en Castiella e en León,
- con qué riqueza enbío mios yernos amos a dos.
- A mis fijas sirvades, que vuestras mugieres son,
- si bien las servides, yo vos rendré buen galardón.–
- Atorgado lo han esto los ifantes de Carrión,
- aquí reçiben las fijas del Campeador,
- conpieçan a reçebir lo que el Çid mandó.
- Quando son pagados a todo so sabor,
- ya mandavan cargar ifantes de Carrión.
- Grandes son las nuevas por Valençia la mayor,
- todos prenden armas e cavalgan a vigor,
- porque escurren sus fijas del Campeador a tierras de Carrión.
- Ya quieren cavalgar, en espidimiento son,
- amas hermanas don Elvira e doña Sol,
- fincaron los inojos ant’el Çid Campeador,
- –Merçed vos pedimos, padre, sí vos vala el Criador,
- vós nos engendrastes, nuestra madre nos parió,
- delant sodes amos, señora e señor,
- agora nos enviades a tierras de Carrión,
- debdo nos es a cunplir lo que mandáredes vós.
- Assí vos pedimos merçed nós amas a dos,
- que ayades vuestros mensajes en tierras de Carrión.–
- Abraçólas mio Çid e saludólas amas a dos.
- Él fizo aquesto, la madre lo doblava,
- –Andad, fijas, d’aquí el Criador vos vala,
- de mí e de vuestro padre bien avedes nuestra graçia,
- id a Carrión do sodes heredadas,
- assí commo yo tengo, bien vos he casadas.–
- Al padre e a la madre las manos les besavan,
- amos las bendixieron e diéronles su graçia.
- Mio Çid e los otros de cavalgar pensavan,
- a grandes guarnimientos, a cavallos e armas.
- Ya salién los ifantes de Valençia la clara,
- espidiéndos’ de las dueñas e de todas sus compañas,
- por la huerta de Valençia teniendo salién armas,
- alegre va mio Çid con todas sus compañas.
- Violo en los avueros el que en buen ora çinxo espada,
- que estos casamientos non serién sin alguna tacha,
- nos’puede repentir, que casadas las ha amas.
- –¿Ó eres, mio sobrino, tú, Félez Muñoz?,
- primo eres de mis fijas amas d’alma e de coraçón,
- mándot’ que vayas con ellas fata dentro en Carrión,
- verás las heredades que a mis fijas dadas son,
- con aquestas nuevas vernás al Campeador.–
- Dixo Félez Muñoz, –Plazme d’alma e de coraçón.–
- Minaya Álbar Fáñez ante mio Çid se paró,
- –Tornémosnos, Çid, a Valençia la mayor,
- que si a Dios ploguiere e al Padre Criador,
- irlas hemos ver a tierras de Carrión.–
- –A Dios vos acomendamos, don Elvira e doña Sol,
- atales cosas fed que en plazer caya a nós.–
- Respondién los yernos, –Assí lo mande Dios.–
- Grandes fueron los duelos a la departiçión,
- el padre con las fijas lloran de coraçón,
- assí fazían los cavalleros del Campeador.
- –Oyas, sobrino, tú, Félez Muñoz,
- por Molina iredes, una noch í jazredes,
- saludad a mio amigo el moro Avengalvón,
- reçiba a mios yernos commo él pudier mejor.
- Dil’ que enbío mis fijas a tierras de Carrión,
- de lo que ovieren huebos sírvalas a so sabor,
- desí escúrralas fasta Medina por la mi amor,
- de quanto él fiziere yol’ daré por ello buen galardón.–
- Cuemo la uña de la carne ellos partidos son,
- yas’ tornó pora Valençia el que en buen ora nasçió.
- Piénsanse de ir los ifantes de Carrión,
- por Santa María d’Alvarrazín fazían la posada.
- Aguijan quanto pueden ifantes de Carrión,
- felos en Molina con el moro Avengalvón.
- El moro, quando lo sopo, plógol’ de coraçón,
- saliólos reçebir con grandes avorozes,
- ¡Dios, qué bien los sirvió a todo so sabor!
- Otro día mañana con ellos cavalgó,
- con dozientos cavalleros escurrirlos mandó,
- ivan troçir los montes, los que dizen de Luzón.
- A las fijas del Çid el moro sus donas dio,
- buenos seños cavallos a los ifantes de Carrión.
- Troçieron Arbuxuelo e llegaron a Salón,
- o dizen el Ansarera ellos posados son.
- Tod esto les fizo el moro por el amor del Çid Campeador.
- Ellos veyén la riqueza que el moro sacó,
- entr’amos hermanos consejaron traçión,
- –Ya pues que a dexar avemos fijas del Campeador,
- si pudiéssemos matar el moro Avengalvón,
- quanta riquiza tiene averla iemos nós,
- tan en salvo lo abremos commo lo de Carrión,
- nunqua avrié derecho de nós el Çid Campeador.–
- Quando esta falsedad dizién los de Carrión,
- un moro latinado bien ge lo entendió,
- non tiene poridad, díxolo a Avengalvón,
- –Alcáyaz, cúriate d’éstos, ca eres mio señor,
- tu muert oí cossejar a los ifantes de Carrión.–
- El moro Avengalvón mucho era buen barragán,
- con dozientos que tiene iva cavalgar,
- armas iva teniendo, parós’ ante los ifantes,
- de lo que el moro dixo a los ifantes non plaze,
- –Dezidme, ¿qué vos fiz, ifantes de Carrión?
- Yo sirviéndovos sin art e vós consejastes pora mi muert,
- si no lo dexás por mio Çid el de Bivar,
- tal cosa vos faría que por el mundo sonás
- e luego levaría sus fijas al Campeador leal,
- vós nunqua en Carrión entrariedes jamás.
- Aquím’ parto de vós commo de malos e de traidores,
- iré con vuestra graçia, don Elvira e doña Sol,
- poco preçio las nuevas de los de Carrión.
- Dios lo quiera e lo mande, que de tod el mundo es señor,
- d’aqueste casamiento que grade el Canpeador.–
- Esto les ha dicho e el moro se tornó,
- teniendo ivan armas al troçir de Salón,
- cuemmo de buen seso a Molina se tornó.
- Ya movieron del Ansarera los ifantes de Carrión,
- acójense a andar de día e de noch,
- a siniestro dexan Atienza, una peña muy fuert,
- la sierra de Miedes passáronla estoz,
- por los Montes Claros aguijan a espolón,
- a siniestro dexan a Griza, que Álamos pobló,
- allí son caños do a Elpha ençerró,
- a diestro dexan a Sant Estevan, más cae aluén.
- Entrados son los ifantes al robredo de Corpes,
- los montes son altos, las ramas pujan con las núes,
- e las bestias fieras que andan aderredor.
- Fallaron un vergel con una linpia fuent,
- mandan fincar la tienda ifantes de Carrión,
- con quantos que ellos traen í jazen essa noch,
- con sus mugieres en braços demuéstranles amor,
- ¡mal ge lo cunplieron quando salié el sol!
- Mandaron cargar las azémilas con grandes averes,
- cogida han la tienda do albergaron de noch,
- adelant eran idos los de criazón,
- assí lo mandaron los ifantes de Carrión,
- que non í fincás ninguno, mugier nin varón,
- sinon amas sus mugieres, doña Elvira e doña Sol,
- deportarse quieren con ellas a todo su sabor.
- Todos eran idos, ellos quatro solos son,
- tanto mal comidieron los ifantes de Carrión,
- –Bien lo creades, don Elvira e doña Sol,
- aquí seredes escarnidas en estos fieros montes,
- oy nos partiremos e dexadas seredes de nós,
- non abredes part en tierras de Carrión,
- irán aquestos mandados al Çid Campeador,
- nós vengaremos aquésta por la del león.–
- Allí les tuellen los mantos e los pelliçones,
- páranlas en cuerpos e en camisas e en çiclatones,
- espuelas tienen calçadas los malos traidores,
- en mano prenden las çinchas fuertes e duradores.
- Quando esto vieron las dueñas, fablava doña Sol,
- –Por Dios vos rogamos don Diego e don Ferrando,
- dos espadas tenedes fuertes e tajadores,
- al una dizen Colada e al otra Tizón,
- cortandos las cabeças, mártires seremos nós,
- moros e cristianos departirán d’esta razón,
- que por lo que nós mereçemos no lo prendemos nós,
- atán malos ensienplos non fagades sobre nós,
- si nós fuéremos majadas, abiltaredes a vós,
- retraérvoslo an en vistas o en cortes.–
- Lo que ruegan las dueñas non les ha ningún pro,
- essora les conpieçan a dar los ifantes de Carrión,
- con las çinchas corredizas májanlas tan sin sabor,
- con las espuelas agudas don ellas an mal sabor,
- ronpién las camisas e las carnes a ellas amas a dos,
- linpia salié la sangre sobre los çiclatones,
- ya lo sienten ellas en los sos coraçones.
- ¡Quál ventura serié ésta, si ploguiesse al Criador,
- que assomasse essora el Çid Campeador!
- Tanto las majaron que sin cosimente son,
- sangrientas en las camisas e todos los çiclatones.
- Cansados son de ferir ellos amos a dos,
- ensayándos’ amos quál dará mejores colpes.
- Ya non pueden fablar don Elvira e doña Sol,
- por muertas las dexaron en el robredo de Corpes.
- Leváronles los mantos e las pieles armiñas,
- mas déxanlas marridas en briales e en camisas
- e a las aves del monte e a las bestias de la fiera guisa.
- Por muertas las dexaron, sabed, que non por bivas.
- ¡Quál ventura serié si assomás essora el Çid Campeador!
- Los ifantes de Carrión en el robredo de Corpes
- por muertas las dexaron
- que el una al otra nol’ torna recabdo.
- Por los montes do ivan, ellos ívanse alabando,
- –De nuestros casamientos agora somos vengados,
- non las deviemos tomar por varraganas
- si non fuéssemos rogados,
- pues nuestras parejas non eran pora en braços,
- la desondra del león assí s’irá vengando.–
- Alabándos’ ivan los ifantes de Carrión,
- mas yo vos diré d’aquel Félez Muñoz,
- sobrino era del Çid Campeador.
- Mandáronle ir adelante, mas de su grado non fue,
- en la carrera do iva doliól’ el coraçón,
- de todos los otros aparte se salió.
- En un monte espesso Félez Muñoz se metió
- fasta que viesse venir sus primas amas a dos
- o qué an fecho los ifantes de Carrión.
- Violos venir e oyó una razón,
- ellos nol’ vién ni dend sabién raçión,
- sabet bien que si ellos le viessen non escapara de muert.
- Vanse los ifantes, aguijan a espolón,
- por el rastro tornós’ Félez Muñoz,
- falló sus primas amorteçidas amas a dos.
- Llamando, –¡Primas, primas!–, luego descavalgó,
- arrendó el cavallo, a ellas adeliñó,
- –Ya primas, las mis primas, don Elvira e doña Sol,
- mal se ensayaron los ifantes de Carrión,
- a Dios plega e a Santa María que dent prendan ellos mal galardón.–
- Valas tornando a ellas amas a dos,
- tanto son de traspuestas que non pueden dezir nada.
- Partiéronsele las telas de dentro del coraçón,
- llamando, –¡Primas, primas, don Elvira e doña Sol!
- ¡Despertedes, primas, por amor del Criador,
- mientra es el día, ante que entre la noch,
- los ganados fieros non nos coman en aqueste mont!
- Van recordando don Elvira e doña Sol,
- abrieron los ojos e vieron a Félez Muñoz,
- –¡Esforçadvos, primas, por amor del Criador!
- De que non me fallaren los ifantes de Carrión,
- a grant priessa seré buscado yo,
- si Dios non nos vale, aquí morremos nós.–
- Tan a grant duelo fablava doña Sol,
- –Sí vos lo meresca, mio primo, nuestro padre el Canpeador,
- dandos del agua, sí vos vala el Criador.–
- Con un sonbrero que tiene Félez Muñoz,
- nuevo era e fresco, que de Valénçial’ sacó,
- cogió del agua en él e a sus primas dio,
- mucho son lazradas e amas las fartó.
- Tanto las rogó fata que las assentó,
- valas conortando e metiendo coraçón
- fata que esfuerçan e amas las tomó
- e privado en el cavallo las cavalgó,
- con el so manto a amas las cubrió.
- El cavallo priso por la rienda e luego dent las partió,
- todos tres señeros por los robredos de Corpes,
- entre noch e día salieron de los montes,
- a las aguas de Duero ellos arribados son,
- a la Torre de don Urraca elle las dexó.
- A Sant Estevan vino Félez Muñoz,
- falló a Diego Téllez, el que de Álbar Fáñez fue.
- Quando él lo oyó, pesól’ de coraçón,
- priso bestias e vestidos de pro,
- iva reçebir a don Elvira e a doña Sol,
- en Sant Estevan dentro las metió,
- quanto él mejor puede allí las ondró.
- Los de Sant Estevan siempre mesurados son,
- quando sabién esto pesóles de coraçón,
- a llas fijas del Çid danles esfuerço.
- Allí sovieron ellas fata que sanas son.
- Alabándos’ seían los ifantes de Carrión,
- de cuer pesó esto al buen rey don Alfonso.
- Van aquestos mandados a Valençia la mayor,
- quando ge lo dizen a mio Çid el Campeador,
- una grand ora pensó e comidió,
- alçó la su mano, a la barba se tomó,
- –Grado a Cristus, que del mundo es señor,
- quando tal ondra me an dada los ifantes de Carrión,
- par aquesta barba que nadi non messó,
- non la lograrán los ifantes de Carrión,
- que a mis fijas bien las casaré yo.–
- Pesó a mio Çid e a toda su cort e a Álbar Fáñez d’alma e de coraçón.
- Cavalgó Minaya con Pero Vermúez
- e Martín Antolínez, el burgalés de pro,
- con dozientos cavalleros quales mio Çid mandó,
- díxoles fuertemientre que andidiessen de día e de noch,
- aduxiessen a sus fijas a Valençia la mayor.
- Non lo detardan el mandado de su señor,
- apriessa cavalgan, los días e las noches andan,
- vinieron a Sant Estevan de Gormaz, un castiello tan fuert,
- í albergaron por verdad una noch.
- A Sant Estevan el mandado llegó,
- que vinié Minaya por sus primas amas a dos.
- Varones de Sant Estevan a guisa de muy pros,
- reçiben a Minaya e a todos sus varones,
- presentan a Minaya essa noch grant enfurçión,
- non ge lo quiso tomar, mas mucho ge lo gradió,
- –Graçias, varones de Sant Estevan, que sodes coñosçedores,
- por aquesta ondra que vós diestes a esto que nos cuntió,
- mucho vos lo gradeçe, allá do está, mio Çid el Canpeador,
- assí lo fago yo que aquí estó.
- Afé Dios de los çielos, que vos dé dent buen galardón.–
- Todos ge lo gradeçen e sos pagados son.
- Adeliñan a posar pora folgar essa noch,
- Minaya va ver sus primas do son,
- en él fincan los ojos don Elvira e doña Sol,
- –Atanto vos lo gradimos commo si viéssemos al Criador,
- e vós a Él lo gradid quando bivas somos nós,
- en los días de vagar toda nuestra rencura sabremos contar.–
- Lloravan de los ojos las dueñas e Álbar Fáñez
- e Pero Vermúez otro tanto las ha,
- –Don Elvira e doña Sol, cuidado non ayades,
- quando vós sodes sanas e bivas e sin otro mal.
- Buen casamiento perdiestes, mejor podredes ganar.
- Aún veamos el día que vos podamos vengar.–
- Í jazen essa noche e tan grand gozo que fazen.
- Otro día mañana piensan de cavalgar,
- los de Sant Estevan escurriéndolos van
- fata río d’Amor, dándoles solaz,
- d’allent se espidieron d’ellos, piénsanse de tornar
- e Minaya con las dueñas iva cabadelant.
- Troçieron Alcoçeva, a diestro de Sant Estevan de Gormaz,
- o dizen Bado de Rey allá ivan posar,
- a la casa de Berlanga posada presa han.
- Otro día mañana métense a andar,
- a qual dizen Medina ivan albergar,
- e de Medina a Molina en otro día van.
- Al moro Avengalvón de coraçón le plaz,
- saliólos a reçebir de buena voluntad,
- por amor de mio Çid rica çena les da.
- Dent pora Valençia adeliñechos van,
- al que en buen ora nasco llegava el mensaje,
- privado cavalga, a reçebirlos sale,
- armas iva teniendo e grant gozo que faze.
- Mio Çid a sus fijas ívalas abraçar,
- besándolas a amas, tornós’ de sonrisar,
- –Venides, mis fijas, Dios vos curie de mal,
- yo tomé el casamiento, mas non osé dezir ál.
- Plega al Criador, que en çielo está,
- que vos vea mejor casadas d’aquí en adelant.
- De mios yernos de Carrión, Dios me faga vengar.–
- Besaron las manos las fijas al padre.
- Teniendo ivan armas, entráronse a la çibdad,
- grand gozo fizo con ellas doña Ximena su madre.
- El que en buen ora nasco non quiso tardar,
- fablós’ con los sos en su poridad,
- al rey Alfonso de Castiella pensó de enbiar,
- –¿Ó eres, Muño Gustioz, mio vassallo de pro?,
- en buen ora te crié a ti en la mi cort.
- Lieves el mandado a Castiella al rey Alfonso,
- por mí bésale la mano d’alma e de coraçón,
- cuemo yo só su vassallo e él es mio señor,
- d’esta desondra que me an fecha los ifantes de Carrión,
- quel’ pese al buen rey d’alma e de coraçón.
- Él casó mis fijas, ca non ge las di yo,
- quando las han dexadas a grant desonor,
- si desondra í cabe alguna contra nós,
- la poca e la grant toda es de mio señor.
- Mios averes se me an levado, que sobejanos son,
- esso me puede pesar con la otra desonor.
- Adúgamelos a vistas o a juntas o a cortes,
- commo aya derecho de ifantes de Carrión,
- ca tan grant es la rencura dentro en mi coraçón.–
- Muño Gustioz privado cavalgó,
- con él dos cavalleros quel’ sirvan a so sabor,
- e con él escuderos que son de criazón.
- Salién de Valençia e andan quanto pueden,
- nos’ dan vagar los días e las noches.
- Al rey en San Fagunt lo falló,
- rey es de Castiella e rey es de León,
- e de las Asturias bien a San Çalvador,
- fasta dentro en Santi Yaguo de todo es señor,
- e llos condes gallizanos a él tienen por señor.
- Assí commo descavalga aquel Muño Gustioz,
- omillós’ a los santos e rogó al Criador,
- adeliñó pora’l palaçio do estava la cort,
- con él dos cavalleros que l’aguardan cum a señor.
- Assí commo entraron por medio de la cort,
- violos el rey e coñosçió a Muño Gustioz,
- levantós’ el rey, tan bien los reçibió.
- Delant el rey fincó los inojos aquel Muño Gustioz,
- besábale los pies aquel Muño Gustioz,
- –Merçed, rey Alfonso, de largos reinos a vós dizen señor,
- los pies e las manos vos besa el Campeador,
- ele es vuestro vassallo e vós sodes so señor.
- Casastes sus fijas con ifantes de Carrión,
- alto fue el casamiento ca lo quisiestes vós.
- Ya vós sabedes la ondra que es cuntida a nós,
- cuémo nos han abiltados ifantes de Carrión,
- mal majaron sus fijas del Çid Campeador,
- majadas e desnudas a grande desonor,
- desenparadas las dexaron en el robredo de Corpes,
- a las bestias fieras e a las aves del mont.
- Afélas sus fijas en Valençia do son.
- Por esto vos besa las manos commo vassallo a señor,
- que ge los levedes a vistas o a juntas o a cortes.
- Tiénes’ por desondrado, mas la vuestra es mayor,
- e que vos pese, rey, commo sodes sabidor,
- que aya mio Çid derecho de ifantes de Carrión.–
- El rey una grand ora calló e comidió,
- –Verdad te digo yo que me pesa de coraçón
- e verdad dizes en esto tú, Muño Gustioz,
- ca yo casé sus fijas con ifantes de Carrión,
- fizlo por bien que fuesse a su pro,
- siquier el casamiento fecho non fuesse oy.
- Entre yo e mio Çid pésanos de coraçón,
- ajudar l’é a derecho, sín’ salve el Criador,
- lo que non cuidava fer de toda esta sazón.
- Andarán mios porteros por todo mio reino,
- pregonarán mi cort pora dentro en Toledo,
- que allá me vayan cuendes e ifançones,
- mandaré cómmo í vayan ifantes de Carrión
- e cómmo dén derecho a mio Çid el Campeador,
- e que non aya rencura podiendo yo vedallo.
- Dezidle al Campeador, que en buen ora nasco,
- que d’estas siete semanas adóbes’ con sus vassallos,
- véngam’ a Toledo, éstol’ dó de plazo.
- Por amor de mio Çid esta cort yo fago,
- saludádmelos a todos, entr’ellos aya espaçio,
- d’esto que les abino aún bien serán ondrados.–
- Espidiós’ Muño Gustioz, a mio Çid es tornado.
- Assí commo lo dixo, suyo era el cuidado,
- non lo detiene por nada Alfonso el castellano,
- enbía sus cartas pora León e a Santi Yaguo,
- a los portogaleses e a galizianos
- e a los de Carrión e a varones castellanos,
- que cort fazié en Toledo aquel rey ondrado,
- a cabo de siete semanas que í fuessen juntados,
- qui non viniesse a la cort non se toviesse por su vassallo.
- Por todas sus tierras assí lo ivan pensando,
- que non falliessen de lo que el rey avié mandado.
- Ya les va pesando a los ifantes de Carrión
- porque el rey fazié cort en Toledo,
- miedo han que í verná mio Çid el Campeador.
- Prenden so consejo assí parientes commo son,
- ruegan al rey que los quite d’esta cort.
- Dixo el rey, –No lo feré, sín’ salve Dios,
- ca í verná mio Çid el Campeador,
- darl’edes derecho, ca rencura ha de vós.
- Qui lo fer non quisiesse o no ir a mi cort,
- quite mio reino, ca d’el non he sabor.–
- Ya lo vieron que es a fer los ifantes de Carrión,
- prenden consejo parientes commo son,
- el conde don Garçía en estas nuevas fue,
- enemigo de mio Çid, que siémprel’ buscó mal,
- aquéste consejó los ifantes de Carrión.
- Llegava el plazo, querién ir a la cort,
- en los primeros va el buen rey don Alfonso,
- el conde don Anrrich e el conde don Remond,
- aquéste fue padre del buen enperador,
- el conde don Fruella e el conde don Beltrán.
- Fueron í de su reino otros muchos sabidores,
- de toda Castiella todos los mejores.
- El conde don Garçía con ifantes de Carrión
- e Assur Gonçález e Gonçalo Assúrez
- e Diego e Ferrando í son amos a dos,
- e con ellos grand bando que aduxieron a la cort,
- enbaírle cuidan a mio Çid el Campeador.
- De todas partes allí juntados son,
- aún non era llegado el que en buen ora naçió,
- porque se tarda el rey non ha sabor.
- Al quinto día venido es mio Çid el Campeador,
- a Álvar Fáñez adelante él enbió,
- que besasse las manos al rey so señor,
- bien lo sopiesse que í serié essa noch.
- Quando lo oyó el rey, plógol’ de coraçón,
- con grandes yentes el rey cavalgó
- e iva reçebir al que en buen ora naçió.
- Bien aguisado viene el Çid con todos los sos,
- buenas conpañas que assí an tal señor.
- Quando l’ovo a ojo el buen rey don Alfonso,
- firiós’ a tierra mio Çid el Campeador,
- biltarse quiere e ondrar a so señor.
- Quando lo oyó el rey por nada non tardó,
- –Par Sant Esidro, verdad non será oy,
- cavalgad, Çid, sinon non avría dend sabor,
- saludarnos hemos d’alma e de coraçón,
- de lo que a vós pesa a mí duele el coraçón.
- Dios lo mande, que por vós se ondre oy la cort.–
- –¡Amén!,– dixo mio Çid el Campeador,
- besóle la mano e después le saludó,
- –Grado a Dios quando vos veo, señor,
- omíllom’ a vós e al conde don Remond
- e al conde don Anrrich e a quantos que í son,
- Dios salve a nuestros amigos e a vós más, señor.
- Mi mugier doña Ximena, dueña es de pro,
- bésavos las manos e mis fijas amas a dos,
- d’esto que nos abino que vos pese, señor.–
- Respondió el rey, –Sí fago, sín’ salve Dios.–
- Pora Toledo el rey tornada da,
- essa noch mio Çid Tajo non quiso passar,
- –Merçed ya rey, sí el Criador vos salve,
- pensad, señor, de entrar a la çibdad
- e yo con los mios posaré a San Serván.
- Las mis compañas esta noche llegarán,
- terné vigilia en aqueste santo logar,
- cras mañana entraré a la çibdad
- e iré a la cort en antes de jantar.–
- Dixo el rey, –Plazme de veluntad.–
- El rey don Alfonso a Toledo es entrado,
- mio Çid Ruy Díaz en San Serván posado,
- mandó fazer candelas e poner en el altar,
- sabor á de velar en essa santidad,
- al Criador rogando e fablando en poridad,
- entre Minaya e los buenos que í ha.
- Acordados fueron quando vino la man,
- matines e prima dixieron faza’l alba,
- suelta fue la missa antes que saliesse el sol
- e su ofrenda han fecha muy buena e conplida.
- –Vós, Minaya Álbar Fáñez, el mio braço mejor,
- vós iredes comigo e el obispo don Jerónimo
- e Pero Vermúez e aqueste Muño Gustioz,
- e Martín Antolínez, el burgalés de pro,
- e Álbar Álbarez e Álbar Salvadórez
- e Martín Muñoz, que en buen punto naçió
- e mio sobrino, Félez Muñoz,
- comigo irá Malanda, que es bien sabidor,
- e Galind Garçíez, el bueno d’Aragón,
- con éstos cúnplanse çiento de los buenos que í son.
- Velmezes vestidos por sufrir las guarnizones,
- de suso las lorigas tan blancas commo el sol,
- sobre las lorigas armiños e pelliçones,
- e que non parescan las armas, bien presos los cordones,
- so los mantos las espadas, dulçes e tajadores,
- d’aquesta guisa quiero ir a la cort,
- por demandar mios derechos e dezir mi razón.
- Si desobra buscaren ifantes de Carrión,
- do tales çiento tovier, bien seré sin pavor.–
- Respondieron todos, –Nós esso queremos, señor.–
- Assí commo lo á dicho, todos adobados son.
- Nos’detiene por nada el que en buen ora naçió,
- calças de buen paño en sus camas metió,
- sobr’ellas unos çapatos que a grant huebra son,
- vistió camisa de rançal, tan blanca commo el sol,
- con oro e con plata todas las presas son,
- al puño bien están, ca él se lo mandó,
- sobr’ella un brial primo de çiclatón,
- obrado es con oro, pareçen por o son,
- sobr’esto una piel vermeja, las bandas d’oro son,
- siempre la viste mio Çid el Campeador,
- una cofia sobre los pelos d’un escarín de pro,
- con oro es obrada, fecha por razón
- que non le contalassen los pelos al buen Çid Canpeador,
- la barba avié luenga e prísola con el cordón,
- por tal lo faze esto que recabdar quiere todo lo suyo,
- de suso cubrió un manto que es de grant valor,
- en él abrién que ver quantos que í son.
- Con aquestos çiento que adobar mandó,
- apriessa cavalga, de San Serván salió.
- Assí iva mio Çid adobado a lla cort,
- a la puerta de fuera descavalga a sabor,
- cuerdamientre entra mio Çid con todos los sos,
- él va en medio e los çiento aderredor.
- Quando lo vieron entrar al que en buen ora naçió,
- levantós’ en pie el buen rey don Alfonso
- e el conde don Anrrich e el conde don Remont
- e desí adelant, sabet, todos los otros,
- a grant ondra lo reçiben al que en buen ora naçió.
- Nos’ quiso levantar el Crespo de Grañón
- nin todos los del bando de ifantes de Carrión.
- El rey dixo al Çid, –Venid acá ser, Campeador,
- en aqueste escaño quem’ diestes vós en don,
- maguer que a algunos pesa, mejor sodes que nós.
- Essora dixo muchas merçedes el que Valençia gañó,
- –Sed en vuestro escaño commo rey e señor,
- acá posaré con todos aquestos mios.–
- Lo que dixo el Çid al rey plogo de coraçón.
- En un escaño torniño essora mio Çid posó,
- los çiento que l’aguardan posan aderredor.
- Catando están a mio Çid quantos ha en la cort,
- a la barba que avié luenga e presa con el cordón,
- en sos aguisamientos bien semeja varón,
- nol’ pueden catar de vergüença ifantes de Carrión.
- Essora se levó en pie el buen rey don Alfonso,
- –Oíd mesnadas, sí vos vala el Criador.
- Yo, de que fu rey, non fiz más de dos cortes,
- la una fue en Burgos e la otra en Carrión,
- esta terçera a Toledo la vin fer oy
- por el amor de mio Çid, el que en buen ora naçió,
- que reçiba derecho de ifantes de Carrión.
- Grande tuerto le han tenido, sabémoslo todos nós,
- alcaldes sean d’esto el conde don Anrrich e el conde don Remond
- e estos otros condes que del vando non sodes.
- Todos meted í mientes, ca sodes coñosçedores,
- por escoger el derecho, ca tuerto non mando yo.
- D’ella e d’ella part en paz seamos oy,
- juro par Sant Esidro, el que bolviere mi cort
- quitarme á el reino, perderá mi amor.
- Con el que toviere derecho, yo d’essa parte me só.
- Agora demande mio Çid el Campeador,
- sabremos qué responden ifantes de Carrión.–
- Mio Çid la mano besó al rey e en pie se levantó,
- –Mucho vos lo gradesco, commo a rey e a señor,
- por quanto esta cort fiziestes por mi amor.
- Esto les demando a ifantes de Carrión,
- por mis fijas quem’ dexaron yo non he desonor,
- ca vós las casastes, rey, sabredes qué fer oy,
- mas quando sacaron mis fijas de Valençia la mayor,
- yo bien las quería d’alma e de coraçón,
- diles dos espadas, a Colada e a Tizón,
- éstas yo las gané a guisa de varón,
- que s’ondrassen con ellas e sirviessen a vós.
- Quando dexaron mis fijas en el robredo de Corpes,
- comigo non quisieron aver nada e perdieron mi amor,
- denme mis espadas quando mios yernos non son.–
- Atorgan los alcaldes, –Tod esto es razón.–
- Dixo el conde don Garçía, –A esto nós fablemos.–
- Essora salién aparte ifantes de Carrión
- con todos sus parientes e el vando que í son,
- apriessa lo ivan trayendo e acuerdan la razón,
- –Aún grand amor nos faze el Çid Campeador
- quando desondra de sus fijas no nos demanda oy,
- bien nos abendremos con el rey don Alfonso.
- Démosle sus espadas, quando assí finca la boz,
- e quando las toviere partirse á la cort,
- ya más non avrá derecho de nós el Çid Canpeador.–
- Con aquesta fabla tornaron a la cort,
- –Merçed, ya rey don Alfonso, sodes nuestro señor,
- no lo podemos negar, ca dos espadas nos dio,
- quando las demanda e d’ellas ha sabor,
- dárgelas queremos delant estando vós.–
- Sacaron las espadas Colada e Tizón,
- pusiéronlas en mano del rey so señor.
- Saca las espadas e relumbra toda la cort,
- las maçanas e los arriazes todos d’oro son,
- maravíllanse d’ellas todos los omnes buenos de la cort.
- Reçibió las espadas, las manos le besó,
- tornós’ al escaño don se levantó,
- en las manos las tiene e amas las cató,
- nos’ le pueden camear, ca el Çid bien las coñosçe,
- alegrós’le tod el cuerpo, sonrisós’ de coraçón,
- alçava la mano, a la barba se tomó,
- –Par aquesta barba que nadi non messó,
- assí s’irán vengando don Elvira e doña Sol.–
- A so sobrino por nónbrel’ llamó,
- tendió el braço, la espada Tizón le dio,
- –Prendetla, sobrino, ca mejora en señor.–
- A Martín Antolínez, el burgalés de pro,
- tendió el braço, el espada Coládal’ dio,
- –Martín Antolínez, mio vassallo de pro,
- prended a Colada, ganéla de buen señor,
- del conde de Remont Verenguel, de Barçilona la mayor.
- Por esso vos la dó, que la bien curiedes vós,
- sé que si vos acaeçiere, con ella ganaredes grand prez e grand valor.–
- Besóle la mano, el espada tomó e reçibió.
- Luego se levantó mio Çid el Campeador,
- –Grado al Criador e a vós, rey señor,
- ya pagado só de mis espadas, de Colada e de Tizón.
- Otra rencura he de ifantes de Carrión,
- quando sacaron de Valençia mis fijas amas a dos,
- en oro e en plata tres mill marcos de plata les di yo,
- yo faziendo esto, ellos acabaron lo so,
- denme mis averes, quando mios yernos non son.–
- Aquí veriedes quexarse ifantes de Carrión,
- dize el conde don Remond, –Dezid de sí o de no.–
- Essora responden ifantes de Carrión,
- –Por éssol’ diemos sus espadas al Çid Campeador,
- que ál no nos demandasse, que aquí fincó la boz.–
- –Si ploguiere al rey, assí dezimos nós,
- a lo que demanda el Çid, quel’ recudades vós.–
- Dixo el buen rey, –Assí lo otorgo yo.–
- Levantado es en pie el Çid Campeador,
- –D’estos averes que vos di yo, si me los dades o dedes d’ello raçón.–
- Essora salién aparte ifantes de Carrión,
- non acuerdan en consejo ca los averes grandes son,
- espesos los han ifantes de Carrión.
- Tornan con el consejo e fablavan a so sabor,
- –Mucho nos afinca el que Valençia gañó,
- quando de nuestros averes assíl’ prende sabor,
- pagarle hemos de heredades en tierras de Carrión.–
- Dixieron los alcaldes, quando manfestados son,
- –Si esso ploguiere al Çid, non ge lo vedamos nós,
- mas en nuestro juvizio assí lo mandamos nós,
- que aquí lo enterguedes dentro en la cort.–
- A estas palabras fabló el rey don Alfonso,
- –Nós bien la sabemos aquesta razón,
- que derecho demanda el Çid Campeador.
- D’estos tres mill marcos los dozientos tengo yo,
- entr’amos me los dieron los ifantes de Carrión,
- tornárgelos quiero, ca tan desfechos son,
- enterguen a mio Çid, el que en buen ora naçió,
- quando ellos los an a pechar, non ge los quiero yo.–
- Fabló Ferrán Gonçález, –Averes monedados non tenemos nós.–
- Luego respondió el conde don Remond,
- –El oro e la plata espendiésteslo vós,
- por juvizio lo damos ant’el rey don Alfonso,
- páguenle en apreçiadura e préndalo el Campeador.–
- Ya vieron qué es a fer los ifantes de Carrión,
- veriedes aduzir tanto cavallo corredor,
- tanta gruessa mula, tanto palafré de sazón,
- tanta buena espada con toda guarnizón,
- reçibiólo mio Çid commo apreçiaron en la cort.
- Sobre los dozientos marcos que tenié el rey Alfonso,
- pagaron los ifantes al que en buen ora nasco,
- enpréstanles de lo ageno, que non les cumple lo suyo.
- Mal escapan jogados, sabed, d’esta razón.
- Estas apreçiaduras mio Çid presas las ha,
- sos omnes las tienen e d’ellas pensarán,
- mas quando esto ovo acabado pensaron luego d’ál,
- –Merçed, ya rey señor, por amor de caridad,
- la rencura mayor non se me puede olbidar,
- oídme toda la cort e pésevos de mio mal,
- de los ifantes de Carrión, quem’ desondraron tan mal,
- a menos de riebtos no los puedo dexar.
- Dezid, ¿qué vos mereçí, ifantes, en juego o en vero,
- o en alguna razón? Aquí lo mejoraré a juvizio de la cort.
- ¿A quém’ descubriestes las telas del coraçón?
- A la salida de Valençia mis fijas vos di yo
- con muy grand ondra e averes a nombre,
- quando las non queriedes, ya canes traidores,
- ¿por qué las sacávades de Valençia sus honores?
- ¿A qué las firiestes a çinchas e a espolones?
- Solas las dexastes en el robredo de Corpes,
- a las bestias fieras e a las aves del mont,
- por quanto les fiziestes, menos valedes vos.
- Si non recudedes, véalo esta cort.–
- El conde don Garçía en pie se levantava,
- –Merçed, ya rey, el mejor de toda España.
- Vezós’ mio Çid a llas cortes pregonadas,
- dexóla creçer e luenga trae la barba,
- los unos le han miedo e los otros espanta.
- Los de Carrión son de natura tal,
- non ge las devién querer sus fijas por varraganas,
- o ¿quién ge las diera por parejas o por veladas?
- Derecho fizieron porque las han dexadas,
- quanto él dize, non ge lo preçiamos nada.–
- Essora el Campeador prísos’ a la barba,
- –Grado a Dios, que çielo e tierra manda.
- Por esso es luenga, que a deliçio fue criada,
- ¿qué avedes vós, conde, por retraer la mi barba?,
- ca de quando nasco a deliçio fue criada,
- ca non me priso a ella fijo de mugier nada,
- nimbla messó fijo de moro nin de cristiana,
- commo yo a vós, conde, en el castiello de Cabra.
- Quando pris a Cabra e a vós por la barba,
- non í ovo rapaz que non messó su pulgada,
- la que yo messé aún non es eguada.–
- Ferrán Gonçález en pie se levantó,
- a altas vozes odredes qué fabló,
- –Dexássedes vós, Çid, de aquesta razón,
- de vuestros averes de todos pagado sodes,
- non creçiés varaja entre nós e vós.
- De natura somos de condes de Carrión,
- deviemos casar con fijas de reyes o de enperadores,
- ca non perteneçién fijas de ifançones,
- porque las dexamos derecho fiziemos nós,
- más nos preçiamos, sabet, que menos no.–
- Mio Çid Ruy Díaz a Pero Vermúez cata,
- –Fabla, Pero mudo, varón que tanto callas,
- yo las he fijas e tú primas cormanas,
- a mí lo dizen, a ti dan las orejadas,
- si yo respondier, tú non entrarás en armas.–
- Pero Vermúez conpeçó de fablar,
- detiénes’le la lengua, non puede delibrar,
- mas quando enpieça, sabed, nol’ da vagar,
- –Dirévos, Çid, costunbres avedes tales,
- siempre en las cortes Pero mudo me llamades,
- bien lo sabedes que yo non puedo más,
- por lo que yo ovier a fer, por mí non mancará.
- Mientes, Ferrando, de quanto dicho has,
- por el Campeador mucho valiestes más,
- las tus mañas yo te las sabré contar.
- Miémbrat’ quando lidiamos çerca Valençia la grand,
- pedist las feridas primeras al Canpeador leal,
- vist un moro, fústel’ ensayar, antes fuxiste que a él te allegasses.
- Si yo non uviás, el moro te jugara mal,
- passé por ti, con el moro me of de ajuntar,
- de los primeros colpes ofle de arrancar,
- did’ el cavallo, tóveldo en poridad,
- fasta este día no lo descubrí a nadi.
- Delant mio Çid e delante todos ovístete de alabar,
- que mataras el moro e que fizieras barnax,
- croviérontelo todos, mas non saben la verdad,
- e eres fermoso, mas mal varragán,
- lengua sin manos, ¿cuémo osas fablar?
- Di, Ferrando, otorga esta razón,
- ¿non te viene en miente en Valençia lo del león,
- quando durmié mio Çid e el león se desató?
- E tú, Ferrando, ¿qué fizist con el pavor?
- Metístet’ tras el escaño de mio Çid el Campeador,
- metístet’, Ferrando, por o menos vales oy.
- Nós çercamos el escaño por curiar nuestro señor,
- fasta do despertó mio Çid, el que Valençia gañó,
- levantós’ del escaño e fues’ pora’l león,
- el leon premió la cabeça, a mio Çid esperó,
- dexós’le prender al cuello e a la red le metió.
- Quando se tornó el buen Campeador,
- a sos vassallos violos aderredor,
- demandó por sus yernos, ninguno non falló.
- Riébtot’ el cuerpo por malo e por traidor,
- éstot’ lidiaré aquí ant’el rey don Alfonso,
- por fijas del Çid, don Elvira e doña Sol,
- por quanto las dexastes menos valedes vós,
- ellas son mugieres e vós sodes varones,
- en todas guisas más valen que vós.
- Quando fuere la lid, si ploguiere al Criador,
- tú lo otorgarás a guisa de traidor,
- de quanto he dicho verdadero seré yo.–
- D’aquestos amos aquí quedó la razón.
- Diego Gonçález odredes lo que dixo,
- –De natura somos de los condes más linpios,
- estos casamientos non fuessen apareçidos,
- por consagrar con mio Çid don Rodrigo.
- Porque dexamos sus fijas aún no nos repentimos,
- mientra que bivan pueden aver sospiros,
- lo que les fiziemos serles ha retraído, esto lidiaré a tod el más ardido,
- que porque las dexamos ondrados somos nós.–
- Martín Antolínez en pie se levantava,
- –Calla, alevoso, boca sin verdad,
- lo del león non se te deve olbidar,
- saliste por la puerta, metístet’ al corral,
- fústed’ meter tras la viga lagar,
- más non vestist el manto nin el brial.
- Yo llo lidiaré, non passará por ál,
- fijas del Çid por que las vós dexastes,
- en todas guisas, sabed que más valen que vós.
- Al partir de la lid por tu boca lo dirás,
- que eres traidor e mintist de quanto dicho has.–
- D’estos amos la razón fincó.
- Assur Gonçález entrava por el palaçio,
- manto armiño e un brial rastrando,
- vermejo viene, ca era almorzado,
- en lo que fabló avié poco recabdo,
- –Ya varones, ¿quién vio nunca tal mal?
- ¿Quién nos darié nuevas de mio Çid el de Bivar?
- Fuesse a río d’Ovirna los molinos picar
- e prender maquilas, commo lo suele far.
- ¿Quíl’ darié con los de Carrión a casar?
- Essora Muño Gustioz en pie se levantó,
- –Calla, alevoso, malo e traidor,
- antes almuerzas que vayas a oraçión,
- a los que das paz fártaslos aderredor,
- non dizes verdad a amigo ni a señor,
- falso a todos e más al Criador,
- en tu amistad non quiero aver raçión,
- fazértelo é dezir que tal eres qual digo yo.–
- Dixo el rey Alfonso, –Calle ya esta razón.
- Los que an rebtado lidiarán, sín’ salve Dios.–
- Assí commo acaban esta razón,
- afé dos cavalleros entraron por la cort,
- al uno dizen Ojarra e al otro Yéñego Siménez,
- el uno es ifante de Navarra
- e el otro ifante de Aragón.
- Besan las manos al rey don Alfonso,
- piden sus fijas a mio Çid el Campeador
- por ser reínas de Navarra e de Aragón
- e que ge las diessen a ondra e a bendiçión.
- A esto callaron e ascuchó toda la cort.
- Levantós’ en pie mio Çid el Campeador,
- –Merçed, rey Alfonso, vós sodes mio señor,
- esto gradesco yo al Criador,
- quando me las demandan de Navarra e de Aragón.
- Vós las casastes antes, ca yo non,
- afé mis fijas en vuestras manos son,
- sin vuestro mandado nada non feré yo.–
- Levantós’ el rey, fizo callar la cort,
- –Ruégovos, Çid, caboso Campeador,
- que plega a vós, e atorgarlo he yo,
- este casamiento oy se otorgue en esta cort,
- ca créçevos í ondra e tierra e onor.–
- Levantós’ mio Çid, al rey las manos le besó,
- –Quando a vós plaze, otórgolo yo, señor.–
- Essora dixo el rey, –Dios vos dé den buen galardón.
- A vós, Ojarra, e a vós, Yéñego Ximénez,
- este casamiento otórgovosle yo
- de fijas de mio Çid, don Elvira e doña Sol,
- pora los ifantes de Navarra e de Aragón,
- que vos las dé a ondra e a bendiçión.–
- Levantós’ en pie Ojarra e Yéñego Ximénez,
- besaron las manos del rey don Alfonso
- e después de mio Çid el Campeador,
- metieron las fes e los omenajes dados son,
- que cuemo es dicho assí sea, o mejor.
- A muchos plaze de tod esta cort,
- mas non plaze a los ifantes de Carrión.
- Minaya Álbar Fáñez en pie se levantó,
- –Merçed vos pido, commo a rey e a señor,
- e que non pese esto al Çid Campeador,
- bien vos di vagar en toda esta cort,
- dezir querría yaquanto de lo mio.–
- Dixo el rey, –Plazme de coraçón,
- dezid, Minaya, lo que oviéredes sabor.–
- –Yo vos ruego que me oyades toda la cort,
- ca grand rencura he de ifantes de Carrión.
- Yo les di mis primas por mandado del rey Alfonso,
- ellos las prisieron a ondra e a bendiçión,
- grandes averes les dio mio Çid el Campeador,
- ellos las han dexadas a pesar de nós.
- Riébtoles los cuerpos por malos e por traidores.
- De natura sodes de los de Vanigómez,
- onde salién condes de prez e de valor,
- mas bien sabemos las mañas que ellos han.
- Esto gradesco yo al Criador,
- quando piden mis primas don Elvira e doña Sol
- los ifantes de Navarra e de Aragón.
- Antes las aviedes parejas pora en braços las tener,
- agora besaredes sus manos e llamarlas hedes señoras,
- averlas hedes a servir, mal que vos pese a vós.
- Grado a Dios del çielo e a aquel rey don Alfonso,
- assíl’ creçe la ondra a mio Çid el Campeador.
- En todas guisas tales sodes quales digo yo,
- si ay qui responda o dize de no,
- yo só Álbar Fáñez pora tod el mejor.–
- Gómez Peláyet en pie se levantó,
- –¿Qué val, Minaya, toda essa razón?
- Ca en esta cort afarto ha pora vós,
- e qui ál quisiesse serié su ocasión.
- Si Dios quisiere que d’ésta bien salgamos nós,
- después veredes qué dixiestes o qué no.–
- Dixo el rey, –Fine esta razón,
- non diga ninguno d’ella más una entençión.
- Cras sea la lid, quando saliere el sol,
- d’estos tres por tres que rebtaron en la cort.–
- Luego fablaron ifantes de Carrión,
- –Dandos, rey, plazo, ca cras ser non puede,
- armas e cavallos tienen los del Canpeador,
- nós antes abremos a ir a tierras de Carrión.–
- Fabló el rey contra’l Campeador,
- –Sea esta lid o mandáredes vós.–
- En essora dixo mio Çid, –No lo faré, señor,
- más quiero a Valençia que tierras de Carrión.–
- En essora dixo el rey, –A osadas, Campeador.
- Dadme vuestros cavalleros con todas vuestras guarnizones,
- vayan comigo, yo seré el curiador,
- yo vos lo sobrelievo commo a buen vassallo faze señor,
- que non prendan fuerça de conde nin de ifançón.
- Aquí les pongo plazo de dentro en mi cort,
- a cabo de tres semanas en begas de Carrión,
- que fagan esta lid delant estando yo,
- quien non viniere al plazo pierda la razón,
- desí sea vençido e escape por traidor.–
- Prisieron el juizio ifantes de Carrión.
- Mio Çid al rey las manos le besó e dixo, –Plazme, señor,
- estos mis tres cavalleros en vuestra mano son,
- d’aquí vos los acomiendo como a rey e a señor,
- ellos son adobados pora cumplir todo lo so,
- ondrados me los enbiad a Valençia, por amor del Criador.–
- Essora respuso el rey. –Assí lo mande Dios.–
- Allí se tollió el capiello el Çid Campeador,
- la cofia de rançal, que blanca era commo el sol,
- e soltava la barba e sacóla del cordón.
- Nos’ fartan de catarle quantos ha en la cort.
- Adeliñó a él el conde don Anrich e el conde don Remond,
- abraçólos tan bien e ruégalos de coraçón,
- que prendan de sus averes quanto ovieren sabor.
- A éssos e a los otros que de buena parte son,
- a todos los rogava, assí commo han sabor,
- tales í á que prenden, tales í á que non.
- Los dozientos marcos al rey los soltó,
- de lo ál tanto priso quant ovo sabor.
- –Merçed vos pido, rey, por amor del Criador.
- Quando todas estas nuevas assí puestas son,
- beso vuestras manos con vuestra graçia, señor,
- e irme quiero pora Valençia, con afán la gané yo.–
- El rey alçó la mano, la cara se santigó,
- –Yo lo juro par Sant Esidro el de León,
- que en todas nuestras tierras non ha tan buen varón.–
- Mio Çid en el cavallo adelant se llegó,
- fue besar la mano a so señor Alfonso,
- –Mandástesme mover a Bavieca el corredor,
- en moros ni en cristianos otro tal non ha oy,
- yo vos le dó en don, mandédesle tomar, señor.–
- Essora dixo el rey, –D’esto non he sabor,
- si a vós le tolliés el cavallo, no havrié tan buen señor.
- Mas atal cavallo cum ést pora tal commo vós,
- pora arrancar moros del canpo e ser segudador,
- quien vos lo toller quisiere, nol’ vala el Criador,
- ca por vós e por el cavallo ondrados somos nós.–
- Essora se espidieron e luegos’ partió la cort.
- El Campeador a los que han lidiar tan bien los castigó,
- –Ya Martín Antolínez e vós, Pero Vermúez
- e Muño Gustioz, firmes sed en campo a guisa de varones,
- buenos mandados me vayan a Valençia de vós.–
- Dixo Martín Antolínez, –¿Por qué lo dezides, señor?
- Preso avemos el debdo e a passar es por nós,
- podedes oír de muertos, ca de vençidos no.–
- Alegre fue d’aquesto el que en buen ora naçió,
- espidiós’ de todos los que sos amigos son,
- mio Çid pora Valençia e el rey pora Carrión.
- Las tres semanas de plazo todas complidas son.
- Felos al plazo los del Campeador,
- cunplir quieren el debdo que les mandó so señor,
- ellos son en poder del rey don Alfonso el de León,
- dos días atendieron a ifantes de Carrión.
- Mucho vienen bien adobados de cavallos e de guarnizones,
- e todos sus parientes con ellos son,
- que si los pudiessen apartar a los del Campeador,
- que los matassen en campo por desondra de so señor.
- El cometer fue malo, que lo ál no s’enpeçó,
- ca grand miedo ovieron a Alfonso el de León.
- De noche belaron las armas e rogaron al Criador.
- Troçida es la noche, ya quiebran los albores,
- muchos se juntaron de buenos ricos omnes
- por ver esta lid, ca avién ende sabor,
- demás sobre todos í es el rey don Alfonso,
- por querer el derecho e non consentir el tuerto.
- Yas’ metién en armas los del buen Campeador,
- todos tres se acuerdan, ca son de un señor.
- En otro logar se arman los ifantes de Carrión,
- sediélos castigando el conde Garçí Ordóñez.
- Andidieron en pleito, dixiéronlo al rey Alfonso,
- que non fuessen en la batalla las espadas tajadores
- Colada e Tizón, que non lidiassen con ellas los del Canpeador,
- mucho eran repentidos los ifantes por quanto dadas son,
- dixiérongelo al rey, mas non ge lo conloyó,
- –Non sacastes ninguna quando oviemos la cort,
- si buenas las tenedes, pro abrán a vós,
- otrossí farán a los del Canpeador.
- Levad e salid al campo, ifantes de Carrión,
- huebos vos es que lidiedes a guisa de varones,
- que nada non mancará por los del Campeador.
- Si del campo bien salides, grand ondra avredes vós,
- e si fuéredes vençidos, non rebtedes a nós,
- ca todos lo saben que lo buscastes vós.–
- Ya se van repintiendo ifantes de Carrión,
- de lo que avién fecho mucho repisos son,
- no lo querrién aver fecho por quanto ha en Carrión.
- Todos tres son armados los del Campeador,
- ívalos ver el rey don Alfonso,
- dixieron los del Campeador,
- –Besámosvos las manos commo a rey e a señor,
- que fiel seades oy d’ellos e de nós,
- a derecho nos valed, a ningún tuerto no.
- Aquí tienen su vando los ifantes de Carrión,
- non sabemos qués’ comidrán ellos o qué non,
- en vuestra mano nos metió nuestro señor,
- tenendos a derecho, por amor del Criador.–
- Essora dixo el rey, –D’alma e de coraçón.–
- Adúzenles los cavallos, buenos e corredores,
- santiguaron las siellas e cavalgan a vigor,
- los escudos a los cuellos que bien blocados son,
- en mano prenden las astas de los fierros tajadores,
- estas tres lanças traen seños pendones,
- e derredor d’ellos muchos buenos varones.
- Ya salieron al campo do eran los mojones.
- Todos tres son acordados los del Campeador
- que cada uno d’ellos bien fos ferir el so.
- Fevos de la otra part los ifantes de Carrión,
- muy bien aconpañados, ca muchos parientes son.
- El rey dioles fieles por dezir el derecho e ál non,
- que non varagen con ellos de sí o de non.
- Do sedién en el campo fabló el rey don Alfonso,
- –Oíd qué vos digo, ifantes de Carrión,
- esta lid en Toledo la fiziérades, mas non quisiestes vós.
- Estos tres cavalleros de mio Çid el Campeador
- yo los adux a salvo a tierras de Carrión,
- aved vuestro derecho, tuerto non querades vós,
- ca qui tuerto quisiere fazer, mal ge lo vedaré yo,
- en todo mio reino non avrá buena sabor.–
- Ya les va pesando a los ifantes de Carrión.
- Los fieles e el rey enseñaron los mojones,
- librávanse del campo todos aderredor,
- bien ge lo demostraron a todos seis cómmo son,
- que por í serié vençido qui saliesse del mojón.
- Todas las yentes esconbraron aderredor,
- más de seis astas de lanças que non llegassen al mojón.
- Sorteávanles el campo, ya les partién el sol,
- salién los fieles de medio, ellos cara por cara son,
- desí vinién los de mio Çid a los ifantes de Carrión
- e llos ifantes de Carrión a los del Campeador,
- cada uno d’ellos mientes tiene al so.
- Abraçan los escudos delant los coraçones,
- abaxan las lanças abueltas con los pendones,
- enclinavan las caras sobre los arzones,
- batién los cavallos con los espolones,
- tembrar querié la tierra dond eran movedores.
- Cada uno d’ellos mientes tiene al so,
- todos tres por tres ya juntados son,
- cuédanse que essora cadrán muertos los que están aderredor.
- Pero Vermúez, el que antes rebtó,
- con Ferrán Gonçález de cara se juntó,
- firiénse en los escudos sin todo pavor.
- Ferrán Gonçález a Pero Vermúez el escúdol’ passó,
- prísol’ en vazío, en carne nol’ tomó,
- bien en dos logares el astil le quebró.
- Firme estido Pero Vermúez, por esso no s’encamó,
- un colpe reçibiera, mas otro firió,
- quebrantó la bloca del escudo, apart ge la echó,
- passógelo todo, que nada nol’ valió,
- metiól’ la lança por los pechos, que nada nol’ valió.
- Tres dobles de loriga tenié Fernando, aquéstol’ prestó,
- las dos le desmanchan e la terçera fincó,
- el belmez con la camisa e con la guarnizón
- de dentro en la carne una mano ge la metió,
- por la boca afuera la sángrel’ salió,
- quebráronle las çinchas, ninguna no l’ovo pro,
- por la copla del cavallo en tierra lo echó.
- Assí lo tenién las yentes que mal ferido es de muert.
- Él dexó la lança e al espada metió mano,
- quando lo vio Ferrán Gonçález, conuvo a Tizón,
- antes que el colpe esperasse dixo, –Vençudo só.–
- Atorgárongelo los fieles, Pero Vermúez le dexó.
- Martín Antolínez e Diego Gonçález firiéronse de las lanças,
- tales fueron los colpes que les quebraron amas.
- Martín Antolínez mano metió al espada,
- relumbra tod el campo, tanto es linpia e clara,
- diol’ un colpe, de traviéssol’ tomava,
- el casco de somo apart ge lo echava,
- las moncluras del yelmo todas ge las cortava,
- allá levó el almófar, fata la cofia llegava,
- la cofia e el almófar todo ge lo levava,
- ráxol’ los pelos de la cabeça, bien a la carne llegava,
- lo uno cayó en el campo e lo ál suso fincava.
- Quando este colpe á ferido Colada la preçiada,
- vio Diego Gonçález que no escaparié con el alma,
- bolvió la rienda al cavallo por tornasse de cara.
- Essora Martín Antolínez reçibiól’ con el espada,
- un cólpel’ dio de llano, con lo agudo nol’ tomava.
- Dia Gonçález espada tiene en mano,
- mas no la ensayava,
- essora el ifante tan grandes vozes dava,
- –¡Valme, Dios, glorioso señor, e cúriam’ d’este espada!–
- El cavallo asorrienda e, mesurándol’ del espada,
- sacól’ del mojón, Martín Antolínez en el campo fincava.
- Essora dixo el rey, –Venid vós a mi compaña,
- por quanto avedes fecho, vençida avedes esta batalla.–
- Otórgangelo los fieles, que dize verdadera palabra.
- Los dos han arrancado, dirévos de Muño Gustioz,
- con Assur Gonçález cómmo se adobó.
- Firiénse en los escudos unos tan grandes colpes,
- Assur Gonçález, furçudo e de valor,
- firió en el escudo a don Muño Gustioz,
- tras el escudo falsóge la guarnizón,
- en vazío fue la lança, ca en carne nol’ tomó.
- Este colpe fecho, otro dio Muño Gustioz,
- tras el escudo falsóge la guarnizón,
- por medio de la bloca del escúdol’ quebrantó,
- nol’ pudo guarir, falsóge la guarnizón,
- apart le priso, que non cab’el coraçón,
- metiól’ por la carne adentro la lança con el pendón,
- de la otra part una braça ge la echó,
- con él dio una tuerta, de la siella lo encamó,
- al tirar de la lança en tierra lo echó,
- vermejo salió el astil e la lança e el pendón.
- Todos se cuedan que ferido es de muert.
- La lança recombró e sobr’él se paró,
- dixo Gonçalo Assúrez, –¡Nol’ firgades, por Dios!
- Vençudo es el campo quando esto se acabó.–
- Dixieron los fieles, –Esto oímos nós.–
- Mandó librar el canpo el buen rey don Alfonso,
- las armas que í rastaron él se las tomó.
- Por ondrados se parten los del buen Campeador,
- vençieron esta lid, grado al Criador.
- Grandes son los pesares por tierras de Carrión.
- El rey a los de mio Çid de noche los enbió,
- que no les diessen salto nin oviessen pavor.
- A guisa de menbrados andan días e noches,
- felos en Valençia con mio Çid el Campeador,
- por malos los dexaron a los ifantes de Carrión,
- conplido han el debdo que les mandó so señor,
- alegre fue d’aquesto mio Çid el Campeador.
- Grant es la biltança de ifantes de Carrión,
- qui buena dueña escarneçe e la dexa después
- atal le contesca o siquier peor.
- Dexémosnos de pleitos de ifantes de Carrión,
- de lo que an preso mucho an mal sabor,
- fablemos nós d’aqueste que en buen ora naçió.
- Grandes son los gozos en Valençia la mayor
- porque tan ondrados fueron los del Canpeador.
- Prísos’ a la barba Ruy Díaz so señor,
- –Grado al rey del çielo, mis fijas vengadas son,
- agora las ayan quitas heredades de Carrión.
- Sin vergüença las casaré o a qui pese o a qui non.–
- Andidieron en pleitos los de Navarra e de Aragón,
- ovieron su ajunta con Alfonso el de León,
- fizieron sus casamientos con don Elvira e con doña Sol.
- Los primeros fueron grandes, mas aquéstos son mijores,
- a mayor ondra las casa que lo que primero fue.
- Ved quál ondra creçe al que en buen ora naçió,
- quando señoras son sus fijas de Navarra e de Aragón,
- oy los reyes d’España sos parientes son,
- a todos alcança ondra por el que en buen ora naçió.
- Passado es d’este sieglo el día de çinquaesma,
- de Cristus haya perdón.
- Assí fagamos nós todos, justos e pecadores.
- Estas son las nuevas de mio Çid el Canpeador,
- en este logar se acaba esta razón.
- Quien escrivió este libro, dél’ Dios paraíso, amén.
- Per Abbat le escrivió en el mes de mayo,
- en era de mill e dozientos e cuarenta e çinco años.
- E el romanz es leído, datnos del vino, si non tenedes dineros,
- echad allá unos peños, que bien vos lo darán sobr’ellos.
Kiejtési útmutató
szerkesztésA magyartól eltérő betűk olvasata a rekonstruált óspanyol kiejtés alapján a következő:
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A hangsúlyos magánhangzó nyílt szótagban hosszú volt. A mássalhangzóra végződő szavakat sor végén valószínűleg megtoldták egy rövid [e]-vel (pl. a señor olvasása [szennyóre] lehetett).